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Recomendaciones para el cuidado del medio ambiente en actividades al aire libre

Siempre que estemos en la naturaleza, en el campo, en la montaña, o en cualquier paraje natural, es decir, alejado de la civilización, en contacto con fauna y flora salvaje, de aire puro y de otras delicias ecológicas con las que disfrutamos los que nos movemos al aire libre, es lógico que tratemos de evitar todo lo posible impactos negativos que perjudiquen el entorno natural que tanto apreciamos, transformándolo de a poco en aquello de lo que escapamos siempre que podemos: la ciudad y la contaminación.

Hay ciertas normas o reglas fáciles de seguir que podemos recomendar entonces para evitar degradar, en la medida de lo posible, el medio natural con nuestra presencia, ayudando a cuidar la ecología. En general, para todas las actividades en el medio terrestre, entre las más importantes están:

  1. - Seguir la senda o caminos marcados.

  2. - No fumar ni encender fuego.

  3. - No arrojar basura, y levantarla si la encontramos.

  4. - No alterar las señales o marcas de los senderos.

  5. - No pintar las piedras, árboles o rocas.

  6. - No molestar a vegetales ni animales.

  7. - No gritar ni usar luz innecesariamente.

  8. - Dejar las puertas y tranqueras igual que como las encontramos.

  9. - Respetar a la gente de campo, sus cultivos y la propiedad privada.

  10. Recomendaciones para el cuidado del medio ambiente en salidas en bicicleta


  • Seguir la senda o caminos marcados


Salir de la senda, pista o camino que sigamos es una mala idea. Por mucho que se diga que el "caminante hace su camino al andar", en senderismo, ciclismo, cabalgatas y demás actividades al aire libre en el medio terrestre esto es, desde el punto de vista de la seguridad, la eficiencia y la ecología, contraproducente.

Caminado al aire libre por un camino o pista forestal apta para vehículos rodados.

No seguir las sendas o caminos (en fila india tras el Guía de cabeza, de ser necesario) produce una mayor erosión del terreno y daño a la fauna y flora, hace que caminemos, andemos en bicicleta o a caballo normalmente más distancia o por caminos más complicados (mayor cansancio o pérdida de tiempo) o incluso por terrenos potencialmente más peligrosos (bordes de acantilados, piedras mal asentadas, etc.).

El atajar o cortar camino, cambia además el rítmo cardíaco dificultando la adaptación física aeróbica a una marcha, ascenso, descenso o caminata. Por lo tanto, seguir la sendas marcadas es una norma que tenemos que cumplir tanto por motivos de seguridad, de aprovechamiento racional de nuestro esfuerzo físico, y de respeto y cuidado de la naturaleza.

  • No fumar ni encender fuego


No sólo es contradictorio fumar cuando se pretende disfrutar del ejercicio físico al aire libre y de un entorno natural, sino que puede ser la causa de un incendio forestal, y molestia para el resto de no fumadores, de fumadores que hacen salidas en la naturaleza precisamente para olvidarse del cigarrillo y la fauna local.

De cualquier forma, está prohibido encender fuego por cualquier motivo en muchas zonas en todas las épocas del año, o particularmente durante la primavera-verano, precisamente para prevenir incendios.

Además, recordemos que una colilla o filtro de cigarrillo contiene una gran cantidad de nicotina y alquitrán (además de miles de otros tóxicos no determinados). La nicotina en particular es el contaminante más tóxico del mundo después de la toxina botulínica: un solo filtro usado de cigarrillo puede contaminar miles de litros de agua.

Evidentemente, existen casos especiales en donde encender fuego es necesario o posible. Pero para esto hay que saber, para lo cual hay que aprender con gente que sabe y bajo condiciones controladas.

  • No arrojar basura, y levantarla si la encontramos


No arrojar basura, y levantarla si la encontramos en le camino, en el lugar de acampada, etc., para desecharla en el lugar adecuado. En caso de que en nuestro país exista la posibilidad de dividir la basura para su reciclado (en orgánica, papel, vidrio, plásticos y envases, etc.) separarla en bolsas diferentes para poder hacerlo ahí mismo si se pude, o a la vuelta de nuestra salida.

Residuos particularmente tóxicos y que nunca hay que desechar en la naturaleza son las pilas y baterías, ya que pueden contener incluso metales pesados que contaminen curso de agua cercanos o napas subterráneas además de la propia tierra. Por otro lado, se sabe que, por ejemplo, actividades como la caza y sus desechos asociados (munición de balas o perdigonadas de plomo), causan un gran mortalidad entre aves que luego comen plantas crecidas en terrenos contaminados con dicho metal pesado.

Algunos tipos de plástico puede tardar más de 500 años en degradarse, así que considere llevarse toda su basura de vuelta a la ciudad.

  • No alterar las señales o marcas de los senderos


No alterar las señales o marcas de los senderos. Esto implica no borrar marcas de pintura (o hacer otras sin sentido, que puedan confundirse con las existentes) ni desarmar los hitos (montones de piedras acumulados artificialmente) que se encuentren por el camino, ya que cumplen una función primordial de señalización.

Los caminos están para algo, y sus marcas los dan a conocer. Si alteramos las señales, el resultado será que otras personas que sigan (o intenten seguir) en un futuro el mismo camino, puede confundirse, vagando por lugares equivocados, y por lo tanto degradando más el entorno al pasar por lugares antes no pisoteados ni alterados por la presencia humana.

  • No pintar las piedras, árboles o rocas


No pintar las piedras, árboles o rocas. Además de dar lugar a confusiones como mencionamos más arriba respecto de las marcas de los caminos, las constituyen un contaminación directa, además de un atentado estético contra el medio natural.

Lo que en la ciudad puede ser considerado una obra de arte por algunos, sin duda en un entorno natural está totalmente fuera de lugar. Como ejemplo valga la siguiente foto.


  • No molestar a vegetales ni animales


No molestar a vegetales ni animales. Por razones obvias, ellos tienen tanto derecho de vivir en paz como nosotros...en realidad más, ya que la naturaleza es "SU" casa, no la nuestra, nosotros somos los invitados, ellos los residentes: si destruimos su hábitat, pasaremos de ser residentes a intrusos o invasores.

Cada animal y cada vegetal tienen una función, el alterar a la flora o la fauna en su entorno (aunque no lo matemos realmente) puede significar cambios perjudiciales en el ecosistema a corto, mediano o largo plazo, siendo uno de los más destacables la extinción de una o más especies con sus nefastas consecuencias para todos.

Además, molestar a los animales puede implicar, en casos extremos, ser atacados por estos, como ante jabalís, ganado, corzos, ciervos, osos, pumas, linces, cabras montesas, avispas, abejas, y un largo etcétera que incluye a cualquier ave o animal (también las "inofensivas" vacas, ovejas, cabras, etc.) que quiera proteger su cría, su presa o su territorio ante un invasor; y a los insectos, menos visibles y por eso más vulnerables.

Responsabilidad y cuidado es lo que hay que tener. Lo mismo se aplica de forma pasiva a algunas plantas, que son urticantes o venenosas, pueden traer alergias a ciertas personas, etc.

  • No gritar ni usar luz innecesariamente


No gritar ni usar luz innecesariamente. Existe un tipo de contaminación llamada "contaminación acústica" o "contaminación sonora", que en la ciudad, con el ruido urbano, es normal. En la montaña debe evitarse todo lo posible, ya que altera a los animales de la zona.

Otro tipo de contaminación es la "contaminación lumínica", que tiene efectos parecidos sobre la fauna y flora. Recordemos que los animales tiene un "ritmo biológico", regido por la luz, haciendo que su actividad sea mayor o menor (dependiendo la especie) en las horas de mayor o menor luz (día o noche). El que "hagamos la luz" durante las horas en que no debería haberla desde el punto de vista natural (salvo en días de luna llena) hace que los animales se desorienten. Este efecto se ve claramente al ver como mueren cientos de insectos al revolotear de noche alrededor de lámparas, linternas, etc., debido a que confunden a esta con la luna, que normalmente les sirve de referencia para la orientación nocturna.

El ruido y la luz excesivos o fuera de lugar, puede hacer también que ciertos animales abandonen su territorio, sus refugios o sus nidos, incluso a sus crías, pereciendo estas de hambre y ellos tras perderse por desorientación.

  • Dejar las puertas y tranqueras igual que como las encontramos


Dejar las puertas, portones, vallas o tranqueras igual que como las encontramos, puede parecer una recomendaciones que no tenga nada que ver con la ecología o con la seguridad en actividades al aire libre, sino con el respeto a los paisanos o gente de campo en todo caso. Pero en realidad tiene que ver con ambas cosas y, por supuesto, también con el respeto.

Dejar una tranquera abierta cuando estaba cerrada, puede desencadenar una huida de ganado, con consecuencias no sólo perjudiciales para el ganadero o el pastor responsable, sino para la ecología del lugar: pisoteo de cultivos, erosión de terrenos naturales, pérdida de ganado, etc.

A su vez, dejar una barrera, valla o tranquera cerrada cuando estaba abierta, puede evitar que el ganado regrese a su corral (o salga de él) según lo previsto por el ganadero, con las mismas consecuencias perjudiciales.

Si resulta que no nos habíamos dado cuenta que dicha tranquera contenía a ganado "bravo", podemos adivinar fácilmente lo que puede pasarnos si nos cruzamos con algunos ejemplares enfurecidos, por meternos en o no hacer lo que es debido...

  • Respetar a la gente de campo, sus cultivos y la propiedad privada


Aunque no siempre, los campesinos, paisanos o pastores forman una parte indisoluble y totalmente adaptada al medio ambiente en zonas naturales, muchas veces sí. Perjudicarlos a ellos y sus costumbres en esos casos, por lo tanto, es perjudicar a la ecología, entendiendo a ésta como la relación armónica entre el ser humano y la naturaleza.

Pero incluso en los casos en que esto no ocurre así, cuando los paisanos son todo lo contrario: los que ensucian, los que con su ganado erosionan y destruyen el medio natural, los que talan árboles y construyen ilegalmente, etc., el no respetar su propiedad privada (tanto sus terrenos como sus animales y cultivos) puede traernos no sólo problemas legales, sino la imposibilidad de que en un futuro nos vuelvan a permitir pasar (aunque sea cerca) por la zona, ya sea con razón o sin ella.

Si cruzamos por zonas cultivadas o sembradas, robamos frutos, molestamos a los animales doméstico o al ganado, no prestamos atención a dejar las puertas o tranqueras como estaban a nuestro paso, tiramos basura, gritamos como locos o faltamos el respeto de cualquier otra forma a la gente de campo (incluyendo no saludarla como es debido cuando nos cruzamos con ella), no sólo lograremos que nos pierdan ese respeto también a nosotros; sino también a todos los que realizamos actividades al aire libre por placer.

Y la próxima vez puede que, con toda razón, ya no nos dejen pasar...aunque en teoría deban hacerlo por ley. Así que, como pasa con los extranjeros en un países que los acoge, es mejor portarse "más que mejor", mostrando una conducta ejemplar, para no dar excusas a aquellos que de buena ganas, tomarán la más mínima infracción para "discriminarnos" o echarnos las culpa de todos sus males en el futuro.


Nuevas carpas o tiendas de campaña

Entre las nuevos desarrollos de la industria del camping, se encuentran las carpas o tiendas de campaña que se instalan prácticamente solas. Pero éstos, como todos los productos, tienen sus aplicaciones, ventajas y desventajas.

Tienda de campaña o carpa tipo iglú
Tienda de campaña o carpa tipo iglú
Carpa iglú o tienda de campaña tipo iglú.

Las tiendas de campaña o carpas que se montan o arman de forma prácticamente automática son una de las opciones más llamativas de los últimos tiempos. Estos "refugios" para campinistas y excursionistas están pensados para armarse de forma rápida y sin complicaciones: es tan fácil como desatarlas y dejarlas que se desplieguen por la propia fuerza de la elasticidad de sus varillas comprimidas durante su plegado. Su diámetro es el de un platillo de batería grande ya que son del tipo "iglú", y su peso ronda los 3 kilos dependiendo del modelo (tipo de materiales sintéticos con los que está hecha como varillas y tela, cantidad de ocupantes y tamaño en general), y están pensadas para ser transportadas dentro de una bolsa o funda grande con manijas.

Al adquirir una de estas tiendas de campaña hay que tener algo fundamental: están pensadas para usar en camping, es decir, para ser trasportadas por vehículo (coche, casa rodante o caravana, micro o autocar, etc.). Por lo tanto, no sirven para excursionistas o aventureros mochileros, y mucho menos para montañistas, salvo que se quiera sacrificar una mochila bien armada y la incomodidad de llevar semejante bulto por la de ahorrarse el tiempo de armado de una carpa tradicional, que se divide por piezas y por lo tanto es más compactable o adaptable al transporte con mochila o bicicleta.

Las tiendas de campaña de este tipo tampoco son recomendables para viajes en aviones comerciales, ya que su fragilidad no es compatible con el despacho como equipaje a la bodega del avión, y su tamaño hace que no puedan ser llevadas como equipaje de mano.

Además, como todo lo automático, corre el riesgo de romperse con consecuencias fatales. Por ejemplo, en el caso de una tienda de campaña convencional, una barrilla puede ser reemplazada si se rompe, pero en el caso de una carpa de este tipo, una rotura de este tipo puede implicar un desequilibrio en las fuerzas que permiten el desplegado automático de la tienda, y por lo tanto una doble complicación: la dificultad para tanto para armarla como para guardarla.

Por otra parte, el armado de una de estas tiendas "automáticas" implica un espacio relativamente superior al que necesitan las convencionales para permitir su "desplegado". En el caso de las convencionales, el armarlas desde el suelo posibilita adaptarse incluso bosques cerrados, lugares con árboles, cuevas o hacerlo dentro de otra tienda más grande para mejorar las prestaciones de frío, cosa mucho más complicada en caso de las carpas automáticas.

Es decir, lo primero que tenemos que saber es si queremos comprar una tienda de camping (o excursionismo con vehículo, para turismo de rural o acampadas urbanas) o una carpa de montaña (senderismo o trekking, para campamento base o travesías al aire libre de varios días).
 

A partir de ahí, debemos saber si pensamos usar la tienda o carpa incluso con mal tiempo, o solo en días de buen tiempo (ausencia de lluvia o nieve). Si lo que pretendemos es usar la carpa en salidas de montañismo o senderismo de más de un par de días (o incluso en estos casos) , e independientemente de si decidimos arriesgarnos a comprar una de tipo automático, lo mejor será suponer que el tiempo será malo, ya que las condiciones al aire libre en zonas agrestes son variables, y que sin tener la posibilidad de refugiarnos en un vehículo la tienda será nuestro único refugio en caso de precipitaciones.

Otra opción ya más conocida desde hace años en el mundo del material para las actividades al aire libre son las carpas tipo "iglú" que tienen un cierto proceso de armado o montaje manual, pero que no deja de ser simple comparado con las a estas alturas "antiguas" carpas de tipo canadiense (las que tienen techo a dos aguas) o incluso con las más complejas carpas estructurales para camping (aquellas que pueden tener incluso habitaciones y otras comodidades dignas de una casa). Las tiendas iglú, como su nombre lo indica, adoptan la forma de los conocidos refugios esquimales de hielo, combinándola con el uso de nuevos materiales que le permiten la flexibilidad suficiente para que no necesiten oponerse al viento, sino "esquivar" su fuerza achatándose a su paso.

Así, buscando en comercio online como estos, deberemos optar entre modelos impermeables y resistentes, cómodos de transportar o de armar, livianos o no tanto, o (por último) de altas prestaciones para climas exigentes (montañismo) o familiares (camping). En cualquier caso, los factores decisivo para hacer una elección correcta serán:

  • el tiempo disponible para el armado de la carpa o montaje de la tienda (lo cual dependerá de la duración u objetivo del viaje).
  • las condiciones meteorológicas que podrían darse (considerando el clima local para la estación del año que se trate, y/o tiempo de estancia al aire libre).
  • la forma en que habrá que transportar nuestro refugio temporal (vehículo motorizado, caballos, avión, bicicleta o a pie).
  • el tipo de lugar o terreno en que prevemos armar la carpa (tierra, nieve, grava, asfalto, bosque, etc.).

Lavando su bolsa de dormir de duvet o saco de plumas

La limpieza de la bolsa o saco de dormir es algo que nos conviene conocer a los que nos dedicamos a las actividades al aire libre por razones obvias. Aquí algunos consejos para los usuarios de sacos de pluma de ganso o de duvet.

En un refugio de supervivencia y adentro de las bolsas de dormir.
En un refugio de supervivencia y adentro de las bolsas de dormir.

Si se tiene una bolsa de dormir de duvet o pluma de ganso, hay que saber que cuando la lavemos el principal problema vendrá con el secado.

Aunque se puede secar al aire, a la sombra (nunca al sol) con buen viento y sino (por ejemplo) con un ventilador, lo cierto es que lo mejor sería secarla en una secadora industrial de tintorería, lavandería o similar.

Esto es así porque las plumas tienen una grasa natural (que en parte es lo que las hace tan buenas en la relación peso-mantenimiento del calor) que puede perderse si la bolsa se seca sin suficiente "espacio" para que las plumas no se apelmacen, y por lo tanto que esa grasa no salga hacia afuera del saco. Si al secar la bolsa vemos manchas o "lamparones", mala señal...significa que está pasando esto que cuento: la grasa sale al exterior y se va perdiendo, y con ella parte de las propiedades del saco de dormir.

Por la misma razón conviene lavar la bolsa en un lavarropas o lavadora lo más grande posible, y/o con la menor cantidad de ropa posible (si va sola, mejor). Evidentemente estos requisitos se cumplen más fácil también en lavanderías o tintorerías, por lo que quizás convenga invertir algo de dinero en este lavado, que además de ser poco frecuente, puede (si se hace mal) disminuir drásticamente la vida útil de una de las principales piezas de equipo de los amantes de la vida al aire libre.


El Bolsón: la capital del turismo ecológico y de aventura de la Patagonia Andina

En el valle de El Bolsón se puede practicar desde el más puro montañismo en baja y media montaña, la escalada, el senderismo, las cabalgatas, el rafting, el piragüismo (kayaking, canoas, etc.), pasando por la pesca deportiva, el mountain bike o el cicloturismo, y llegando incluso hasta incluso vuelos en avioneta, parapente, ala delta. Y lo más interesante, todo "a un paso" del pueblo homónimo.

Cerro Piltriquitrón

Puede verse a continuación la cara oeste del Cerro Piltriquitrón, de 2.260 metros de altura, y desde donde existe una pista para practica parapente y ala delta, además de su emblemático refugio de montaña.

El Cerro Piltriquitrón, más conocido como "El Piltri", en El Bolsón, Río Negro, Patagonia Andina, Comarca Andina del Paralelo 42.
El Cerro Piltriquitrón, más conocido como "El Piltri", en El Bolsón, Río Negro, Patagonia Andina, Comarca Andina del Paralelo 42.

Pero además de tener una gran oferta para el turismo activo, el Bolsón ofrece una zona ideal para el descanso y el deleite de exquisiteces gastronómicas: desde un asado de chivito patagónico hasta las más finas frutas del bosque (calafate, frutillas o fresas, sauco, etc.) una excelente cerveza artesanal de gustos variados o quesos y dulce de leche elaborados con ingredientes procedentes del cultivo orgánico o ecológico (sin pesticidas, fertilizantes, o herbicidas artificiales).

El Bolsón zona de cultivo organico

Venta de productos alimenticios orgánicos en El Bolsón.

La leche y los productos lácteos derivados que se venden en algunas granjas de la zona son de excelente calidad por ser elaborados con materias primas ecológicas. Los precios, teniendo en cuenta la calidad son excelentes, y para un europeo o un norteamericano (teniendo en cuenta el valor del peso argentino respecto del euro o el dólar) irrisorios.

Feria artesanal de El Bolsón
Feria artesanal de El Bolsón

Por si esto fuera poco, El Bolsón cuenta con una reconocida feria artesanal que se levanta todas las semanas alrededor de la plaza principal del pueblo. Allí pueden encontrarse todo tipo de productos artísticos, incluyendo música, esculturas, espectáculos de artistas independientes (ver foto anterior), gastronomía regional y regalos de todo tipo para el turista ávido de recuerdos. 


Cómo vivaquear mejor al aire libre en una bolsa o saco de dormir

Con tener una bolsa o saco de dormir no es suficiente para dormir bien al aire libre. Hace falta saber cómo utilizarlo correctamente para hacerlo rendir de la mejor forma posible disfrutando de una noche bajo las estrellas.

En este video mostramos la construcción de un refugio improvisado o vivaque (vivac) hecho a base de troncos, ponchos y algunas cuerdas, sogas o cintas para anclarlo.

 Podemos decir que existen cuatro grandes cuestiones que hay que tener en cuenta al dormir al raso con un saco o bolsa de dormir, y son las siguientes:

 

  1. La colchoneta o esterilla

     

  2. Desnivel y orientación

     

  3. Aprovechamiento de nuestro calor corporal

     

  4. Protección ante precipitaciones


1 - La colchoneta o esterilla


Una de las cosas imprescindibles que hay que tener en cuenta para dormir bien vivaqueando, y que todo montañista, senderista o amante de la vida al aire libre debería conocer (incluso siendo principiante) es el uso de la colchoneta o esterilla aislante.

Vivaqueando al aire libre
Vivaqueando al aire libre

Este pedazo de material sintético (normalmente plástico o neopreno), inflable (hinchable) es necesario para evitar que el frío del suelo respecto de la temperatura ambiente (que todo suelo conserva, incluso en verano) "inunde" nuestra bolsa de dormir.

Es importante en este sentido elegir una colchoneta o esterilla al menos del largo suficiente para nuestro cuerpo (el ancho suele ser estándar), e idealmente de algunos centímetros más, así evitaremos salirnos tras deslizamientos involuntarios debido a la inclinación del terreno.

 2 - Dormir al aire libre o vivaquear: desnivel y orientación

Otra de la cosas que hay que hacer correctamente para dormir bien al aire libre es elegir el lugar de acampada o de vivaque. Este no sólo debe estar libre (o limpiarse para que lo esté) de pequeñas ramas o piedras que de noche, y bajo nuestra cama, se transformarán en gigantes molestas, sino que además se deberá tener en cuenta el desnivel y la orientación.

Elegir un lugar lo más plano posible, y en todo caso con desnivel regular hacia un lado es imprescindible. A dicho desnivel, si existe (y la mayoría de las veces así será, sobre todo en regiones e montaña) tendremos que adaptarnos.

Esto significa orientar la bolsa o el saco de dormir en la dirección correcta: la cabeza en la parte más alta y los pies en la más baja. Así evitaremos dormir cabeza abajo, lo cual se dificulta mucho.

Posiblemente esta orientación hará que nos deslicemos algo hacia abajo en el transcurso de la noche (sobre todo en el caso de personas con "movedizas"). Para evitarlo se puede poner un "top" en los pies: un tronco, una piedra, o incluso las botas o borceguíes debajo de la colchoneta o esterilla.

Pero la orientación es importante también en lo que al clima se refiere. Una buena orientación implica (cuando se trata de una carpa, tienda o refugio) nunca dejar la puerta a favor de los vientos predominantes, ya que esto facilitaría la pérdida de calor, entrada de agua o nieve, etc. En el caso de una bolsa o saco de dormir se aplica el mismo principio: si es posible, será los pies los que se orienten para recibir los vientos predominantes, ya que la zona abierta es la de la cabeza.

3 - Dormir al raso o vivaquear: aprovechando nuestro calor corporal

Lo que primero pensamos si tenemos que dormir al aire libre (y sobre todo en una región polar) es como vamos a evitar el frío que siempre será más intenso por las noches.

Por eso, si hace frío, no hay que olvidar que tanto o más importante que meterse en la bolsa de dormir es cubrirse la cabeza que (normalmente) queda afuera de esto. Si pese a eso tenemos frío, y la laustrofobia no es algo que nos aqueje, no hay que dudar en meter incluso la cabeza también adentro de la bolsa, cerrándola todo lo posible.

Por último, para aquellos que tengan que vivaquear en lugares donde el clima frío sea más exigente de lo que su saco o bolsa de dormir permite resistir, es necesario aclarar que no siempre el dormir totalmente vestido incrementará nuestro calor corporal.

En este sentido hay que pensar nosotros adentro de una bolsa de dormir funcionamos igual que una mano adentro de una manopla.

Cuando los dedos se encuentran separados, aunque cubiertos (de tela) no pueden más que enfrentarse "solos" al frío. En cambio, si en vez de guantes tenemos una manopla, todos juntos se complementan, el calor se transfiere de unos a otros, disminuyendo la pérdida del mismo ya que hay menos superficie de dedo/tela en contacto con el ambiente.

Si nos vestimos con demasiada ropa aislante o térmica, el "efecto manopla" de la bolsa o saco de dormir se transforma prácticamente en un "efecto guante", por lo que tardaremos más en calentar la bolsa y en aprovechar el calor que genera nuestro cuerpo. Recordemos que si tenemos una bolsa o saco relativamente bueno (de duvet o pluma de ganso) siempre será mejor confiar nuestro calor a esta, y no a una ropa de menor calidad de aislamiento térmico.

4 - Durmiendo al aire libre: protección ante precipitaciones

Durmiendo al aire libre tenemos que contar con que podrá llover, granizar o nevar. En algunas regiones como la de Araucanía y Patagonia, por ejemplo, esto es relativamente normal durante todo el año en cotas superiores a los 1000 m.s.n.m, incluso en pleno verano (al menos, antes del incipiente avance del cambio climático y el calentamiento global...).

Por la relativa incomodidad que significaría, no suelen fabricarse sacos o bolsas de dormir que sean totalmente impermeables (aunque algunos lo son más que otros) y por eso si pretendemos vivaquear fuera de un refugio o carpa (o incluso en este caso, si somos precavidos) será más que recomendable comprar y llevar con nosotros un "bolsa de vivaque". Es decir, una funda aislante para bolsas o sacos de dormir, que además de aislante es transpirable, hecha de algunas de las membranas impermeables sintéticas que existen en el mercado (la más conocida el Goretex).

Debido al tamaño estrecho y poco flexible de este tipo de fundas, resulta bastante más incómodo dormir en una bolsa con una de ellas puestas. Por eso lo mejor es sólo usarla cuando sea necesario, es decir, cuando nuestra bolsa corre riesgo de mojarse. En caso de que "amenace" lluvia, nieve, etc., hay que dejarla preparada, puesta en los pies o a medio poner, para poder desplegarla rápidamente si se necesita.

Usar una funda de vivaque impermeable cuando el tiempo es bueno, no sólo es ilógico, sino que nos hará perder dinero. Porque sucede que estas fundas suelen ser de materiales delicados, y pese a ser llamadas "de vivac", usarlas para vivaquear en todas nuestras salidas al aire libre, llueva o haga sol, aumentará rápidamente su deterioro, disminuyendo rápidamente su vida útil debido a raspones, pinchaduras, suciedad, etc.

Si a esto sumamos una buena orientación del refugio o vivaque provisorio, teniendo en cuenta también el desnivel del terreno, no tendremos que temer a la lluvia, siempre y cuando esta no sea una verdadera tempestad

Campamentos: ¿por qué no usar platos, vasos y cubiertos?

Aunque junto con la olla, los cubiertos, los vasos y platos sean parte de muchos equipos para cocina de camping, acampada y campamentos de montaña, la experiencia nos enseñó que nos es muy recomendable usarlos.

Platos y vasos vs. jarros

El uso de platos está bien para la ciudad, es decir, cuando tenemos una mesa donde apoyarnos y una silla donde sentarnos tranquilamente a comer, adentro de una casa segura contra las inclemencias del tiempo. Pero estar de acampada es otra cosa, por lo que hay que repensar los usos tradicionales de los utensilios de cocina, porque de muy útiles pueden pasar a ser mejorables o simplemente inútiles. Este es el caso de los platos y ciertos cubiertos como el cuchillo y el tenedor convencionales cuando se come y se cocina al aire libre.

Jarros y cucharra, la mejor cubertería para comer y cocinar al aire libre
Jarros y cucharra, la mejor cubertería para comer y cocinar al aire libre

Los platos tienen los siguientes inconvenientes en la cocina extrema:

  • La comida se enfría muy rápido.
  • Ocupan mucho lugar.
  • Necesitan una superficie de apoyo para que se pueda comer cómodamente.


En vez de platos, se puede entonces usar jarros, que tienen las siguientes ventajas en favor de los primeros:

  • Mantienen mejor el calor de la comida caliente.
  • Ocupan menos lugar (se puede usar su interior para guardar otras cosas).
  • Son polivalentes: sirven también para tomar líquidos, infusiones, sopas, etc. (vaso y plato en un sólo recipiente).
  • Pueden usarse como recipientes para calentar comida o líquidos directamente.
  • Pueden usarse para servir líquidos directamente de una olla.


Los vasos son, evidentemente, un elemento más totalmente innecesario si se lleva un jarro que cumple la misma función: algo menos que llevar, que rompero o perder.

La gran ventaja del jarro: también se puede poner al fuego
La gran ventaja del jarro: también se puede poner al fuego,
pero para eso no tiene que ser nunca del tipo enlosado o esmaltado, sino de metal simplemente.

Tenedores vs. cucharas

Los tenedores, por su parte, ven superadas con creces su utilidad si se los compara con las cucharas. La mayoría (por no decir todos) los alimentos típicos que se consumen al aire libre pueden comerse con cuchara, o bien con pan; sin embargo, todos los alimentos que llevan gran cantidad de líquido no pueden comerse con tenedor. Esto significa que si se lleva un tenedor, hay que llevar cuchara, pero si se lleva cuchara puede prescindirse del tenedor. Es decir, llevar cuchara ahorra peso (ahorra un tenedor) y llevar tenedor implica llevar más equipo de cocina (más peso) y tener que usar uno u otro dependiendo de la comida (pérdida de tiempo).

Construyendo una cuchara de madera en acampada de supervivencia
Además de todas las razones mencionadas, las cucharas se pueden improvisar
o construir fácilmente, sólo superadas en este último aspecto por los palillos chinos.

Cuchillos de cocina para comer vs. cuchillos polivalentes de supervivencia


El caso de los cuchillos convencionales de cocina es una cuestión más bien de beneficio práctico. Si bien un cuchillo normal de cocina puede llegar a servir para comer al aire libre, la mayoría de las comidas calóricas y con alta cantidad de clorhidratos (arroces, pastas, polentas, sopas, cereales, etc.) no necesitan del uso individual del cuchillo, por lo que el uso que se le suele dar al cuchillo es más bien comunitario: cortar comida para cocinarla, para repartirla, etc. Si a esto lo sumamos el hecho de que un cuchillo al aire libre debe ser también una herramienta de supervivencia para usos múltiples (cortar cuerdas y sogas, improvisar armas para cazar, servir de martillo, de sierra, etc.), vemos claro que el cuchillo ideal para un campamento es un cuchillo de supervivencia y/o una navaja multiuso tipo "Victorinox".

Al aire libre y de acampada, nada más útil que un buen cuchillo
Al aire libre y de acampada, nada más útil que un buen cuchillo
a condición de, por supuesto, saber cómo utilizarlo correctamente
y tratarlo con la delicadeza y cuidado de cualquier arma.

Los primeros, los cuchillos de supervivencia, pueden ser para uso comunitario si vamos en grupo (es decir, llevar uno o dos por grupo, dependiendo las necesidades) y también incluir otras herramientas de supervivencia: gomeras o tirachinas, espejo de señales, iniciadores de fuego de supervivencia (pedernal, magnecio, etc.) serruchos, hilo, aguja, medicamentos, etc. Los segundos (las navajas, cuchillos multiuso o cortaplumas) servir por motivos de supervivencia como cuchillo individual, para (como su nombre lo indica) muchos usos: sacacorchos, abrelatas, destornillador, cortauñas, sierra, tijeras, punzones, lupa, etc., dependiendo lo grande que sea. En ambos casos, por más o menos el mismo peso y volumen de un cuchillo de cocina convencional, llevamos una herramienta mucho más útil tanto para cocinar y comer, como para las tareas de campamento o posibles situaciones de supervivencia.

Frascos, botellas, platos y otros recipientes son inncesarios y ensucian en camping
Frascos, botellas, platos y otros recipientes son inncesarios,
y además terminan por ensuciar el lugaral abandonarse por comodidad, vagancia
o falta de responsabilidad, situación típica de las cabañas y refugios de montaña sin cuidador

Cómo almacenar tu bolsa de dormir (saco de dormir)

Si vas a dejar de usar una saco o una bolsa de dormir por un tiempo prolongado, lo mejor es guardarla fuera de su funda compresora o bolsa de transporte, por ejemplo, en una bolsa de arpillera donde quepa doblada, a la mitad de su tamaño real, y que podés guardar debajo de una cama, o en un armario, por ejemplo.

Para que después pueda dormir tranquilo...

De esta forma el relleno de la bolsa o saco de dormir se verá menos perjudicado, ya que no se "apelmazará", cosa que ocurriría si lo dejaras comprimido durante todo el tiempo en que no está "en activo" en un camping o en la montaña.