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Recomendaciones para el cuidado del medio ambiente en actividades al aire libre

Siempre que estemos en la naturaleza, en el campo, en la montaña, o en cualquier paraje natural, es decir, alejado de la civilización, en contacto con fauna y flora salvaje, de aire puro y de otras delicias ecológicas con las que disfrutamos los que nos movemos al aire libre, es lógico que tratemos de evitar todo lo posible impactos negativos que perjudiquen el entorno natural que tanto apreciamos, transformándolo de a poco en aquello de lo que escapamos siempre que podemos: la ciudad y la contaminación.

Hay ciertas normas o reglas fáciles de seguir que podemos recomendar entonces para evitar degradar, en la medida de lo posible, el medio natural con nuestra presencia, ayudando a cuidar la ecología. En general, para todas las actividades en el medio terrestre, entre las más importantes están:

  1. - Seguir la senda o caminos marcados.

  2. - No fumar ni encender fuego.

  3. - No arrojar basura, y levantarla si la encontramos.

  4. - No alterar las señales o marcas de los senderos.

  5. - No pintar las piedras, árboles o rocas.

  6. - No molestar a vegetales ni animales.

  7. - No gritar ni usar luz innecesariamente.

  8. - Dejar las puertas y tranqueras igual que como las encontramos.

  9. - Respetar a la gente de campo, sus cultivos y la propiedad privada.

  10. Recomendaciones para el cuidado del medio ambiente en salidas en bicicleta


  • Seguir la senda o caminos marcados


Salir de la senda, pista o camino que sigamos es una mala idea. Por mucho que se diga que el "caminante hace su camino al andar", en senderismo, ciclismo, cabalgatas y demás actividades al aire libre en el medio terrestre esto es, desde el punto de vista de la seguridad, la eficiencia y la ecología, contraproducente.

Caminado al aire libre por un camino o pista forestal apta para vehículos rodados.

No seguir las sendas o caminos (en fila india tras el Guía de cabeza, de ser necesario) produce una mayor erosión del terreno y daño a la fauna y flora, hace que caminemos, andemos en bicicleta o a caballo normalmente más distancia o por caminos más complicados (mayor cansancio o pérdida de tiempo) o incluso por terrenos potencialmente más peligrosos (bordes de acantilados, piedras mal asentadas, etc.).

El atajar o cortar camino, cambia además el rítmo cardíaco dificultando la adaptación física aeróbica a una marcha, ascenso, descenso o caminata. Por lo tanto, seguir la sendas marcadas es una norma que tenemos que cumplir tanto por motivos de seguridad, de aprovechamiento racional de nuestro esfuerzo físico, y de respeto y cuidado de la naturaleza.

  • No fumar ni encender fuego


No sólo es contradictorio fumar cuando se pretende disfrutar del ejercicio físico al aire libre y de un entorno natural, sino que puede ser la causa de un incendio forestal, y molestia para el resto de no fumadores, de fumadores que hacen salidas en la naturaleza precisamente para olvidarse del cigarrillo y la fauna local.

De cualquier forma, está prohibido encender fuego por cualquier motivo en muchas zonas en todas las épocas del año, o particularmente durante la primavera-verano, precisamente para prevenir incendios.

Además, recordemos que una colilla o filtro de cigarrillo contiene una gran cantidad de nicotina y alquitrán (además de miles de otros tóxicos no determinados). La nicotina en particular es el contaminante más tóxico del mundo después de la toxina botulínica: un solo filtro usado de cigarrillo puede contaminar miles de litros de agua.

Evidentemente, existen casos especiales en donde encender fuego es necesario o posible. Pero para esto hay que saber, para lo cual hay que aprender con gente que sabe y bajo condiciones controladas.

  • No arrojar basura, y levantarla si la encontramos


No arrojar basura, y levantarla si la encontramos en le camino, en el lugar de acampada, etc., para desecharla en el lugar adecuado. En caso de que en nuestro país exista la posibilidad de dividir la basura para su reciclado (en orgánica, papel, vidrio, plásticos y envases, etc.) separarla en bolsas diferentes para poder hacerlo ahí mismo si se pude, o a la vuelta de nuestra salida.

Residuos particularmente tóxicos y que nunca hay que desechar en la naturaleza son las pilas y baterías, ya que pueden contener incluso metales pesados que contaminen curso de agua cercanos o napas subterráneas además de la propia tierra. Por otro lado, se sabe que, por ejemplo, actividades como la caza y sus desechos asociados (munición de balas o perdigonadas de plomo), causan un gran mortalidad entre aves que luego comen plantas crecidas en terrenos contaminados con dicho metal pesado.

Algunos tipos de plástico puede tardar más de 500 años en degradarse, así que considere llevarse toda su basura de vuelta a la ciudad.

  • No alterar las señales o marcas de los senderos


No alterar las señales o marcas de los senderos. Esto implica no borrar marcas de pintura (o hacer otras sin sentido, que puedan confundirse con las existentes) ni desarmar los hitos (montones de piedras acumulados artificialmente) que se encuentren por el camino, ya que cumplen una función primordial de señalización.

Los caminos están para algo, y sus marcas los dan a conocer. Si alteramos las señales, el resultado será que otras personas que sigan (o intenten seguir) en un futuro el mismo camino, puede confundirse, vagando por lugares equivocados, y por lo tanto degradando más el entorno al pasar por lugares antes no pisoteados ni alterados por la presencia humana.

  • No pintar las piedras, árboles o rocas


No pintar las piedras, árboles o rocas. Además de dar lugar a confusiones como mencionamos más arriba respecto de las marcas de los caminos, las constituyen un contaminación directa, además de un atentado estético contra el medio natural.

Lo que en la ciudad puede ser considerado una obra de arte por algunos, sin duda en un entorno natural está totalmente fuera de lugar. Como ejemplo valga la siguiente foto.


  • No molestar a vegetales ni animales


No molestar a vegetales ni animales. Por razones obvias, ellos tienen tanto derecho de vivir en paz como nosotros...en realidad más, ya que la naturaleza es "SU" casa, no la nuestra, nosotros somos los invitados, ellos los residentes: si destruimos su hábitat, pasaremos de ser residentes a intrusos o invasores.

Cada animal y cada vegetal tienen una función, el alterar a la flora o la fauna en su entorno (aunque no lo matemos realmente) puede significar cambios perjudiciales en el ecosistema a corto, mediano o largo plazo, siendo uno de los más destacables la extinción de una o más especies con sus nefastas consecuencias para todos.

Además, molestar a los animales puede implicar, en casos extremos, ser atacados por estos, como ante jabalís, ganado, corzos, ciervos, osos, pumas, linces, cabras montesas, avispas, abejas, y un largo etcétera que incluye a cualquier ave o animal (también las "inofensivas" vacas, ovejas, cabras, etc.) que quiera proteger su cría, su presa o su territorio ante un invasor; y a los insectos, menos visibles y por eso más vulnerables.

Responsabilidad y cuidado es lo que hay que tener. Lo mismo se aplica de forma pasiva a algunas plantas, que son urticantes o venenosas, pueden traer alergias a ciertas personas, etc.

  • No gritar ni usar luz innecesariamente


No gritar ni usar luz innecesariamente. Existe un tipo de contaminación llamada "contaminación acústica" o "contaminación sonora", que en la ciudad, con el ruido urbano, es normal. En la montaña debe evitarse todo lo posible, ya que altera a los animales de la zona.

Otro tipo de contaminación es la "contaminación lumínica", que tiene efectos parecidos sobre la fauna y flora. Recordemos que los animales tiene un "ritmo biológico", regido por la luz, haciendo que su actividad sea mayor o menor (dependiendo la especie) en las horas de mayor o menor luz (día o noche). El que "hagamos la luz" durante las horas en que no debería haberla desde el punto de vista natural (salvo en días de luna llena) hace que los animales se desorienten. Este efecto se ve claramente al ver como mueren cientos de insectos al revolotear de noche alrededor de lámparas, linternas, etc., debido a que confunden a esta con la luna, que normalmente les sirve de referencia para la orientación nocturna.

El ruido y la luz excesivos o fuera de lugar, puede hacer también que ciertos animales abandonen su territorio, sus refugios o sus nidos, incluso a sus crías, pereciendo estas de hambre y ellos tras perderse por desorientación.

  • Dejar las puertas y tranqueras igual que como las encontramos


Dejar las puertas, portones, vallas o tranqueras igual que como las encontramos, puede parecer una recomendaciones que no tenga nada que ver con la ecología o con la seguridad en actividades al aire libre, sino con el respeto a los paisanos o gente de campo en todo caso. Pero en realidad tiene que ver con ambas cosas y, por supuesto, también con el respeto.

Dejar una tranquera abierta cuando estaba cerrada, puede desencadenar una huida de ganado, con consecuencias no sólo perjudiciales para el ganadero o el pastor responsable, sino para la ecología del lugar: pisoteo de cultivos, erosión de terrenos naturales, pérdida de ganado, etc.

A su vez, dejar una barrera, valla o tranquera cerrada cuando estaba abierta, puede evitar que el ganado regrese a su corral (o salga de él) según lo previsto por el ganadero, con las mismas consecuencias perjudiciales.

Si resulta que no nos habíamos dado cuenta que dicha tranquera contenía a ganado "bravo", podemos adivinar fácilmente lo que puede pasarnos si nos cruzamos con algunos ejemplares enfurecidos, por meternos en o no hacer lo que es debido...

  • Respetar a la gente de campo, sus cultivos y la propiedad privada


Aunque no siempre, los campesinos, paisanos o pastores forman una parte indisoluble y totalmente adaptada al medio ambiente en zonas naturales, muchas veces sí. Perjudicarlos a ellos y sus costumbres en esos casos, por lo tanto, es perjudicar a la ecología, entendiendo a ésta como la relación armónica entre el ser humano y la naturaleza.

Pero incluso en los casos en que esto no ocurre así, cuando los paisanos son todo lo contrario: los que ensucian, los que con su ganado erosionan y destruyen el medio natural, los que talan árboles y construyen ilegalmente, etc., el no respetar su propiedad privada (tanto sus terrenos como sus animales y cultivos) puede traernos no sólo problemas legales, sino la imposibilidad de que en un futuro nos vuelvan a permitir pasar (aunque sea cerca) por la zona, ya sea con razón o sin ella.

Si cruzamos por zonas cultivadas o sembradas, robamos frutos, molestamos a los animales doméstico o al ganado, no prestamos atención a dejar las puertas o tranqueras como estaban a nuestro paso, tiramos basura, gritamos como locos o faltamos el respeto de cualquier otra forma a la gente de campo (incluyendo no saludarla como es debido cuando nos cruzamos con ella), no sólo lograremos que nos pierdan ese respeto también a nosotros; sino también a todos los que realizamos actividades al aire libre por placer.

Y la próxima vez puede que, con toda razón, ya no nos dejen pasar...aunque en teoría deban hacerlo por ley. Así que, como pasa con los extranjeros en un países que los acoge, es mejor portarse "más que mejor", mostrando una conducta ejemplar, para no dar excusas a aquellos que de buena ganas, tomarán la más mínima infracción para "discriminarnos" o echarnos las culpa de todos sus males en el futuro.


Reserva Forestal Lago Epuyén

La reserva forestal Lago Epuyén es un área natural protegida ubicada en el departamento Cushamen, sobre la costa del lago homónimo, en la zona cordillerana de la patagonia argentina, perteneciente al municipio de Epuyén, Chubut, Comarca Andina del Paralelo 42.
 
Vista del lago en Epuyén - Puerto Patriada. LuigiStudio (Own work)[CC BY-SA 4.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)], via Wikimedia Commons.)    

 El área fue protegida en 1964 mediante el decreto provincial 527, sobre unas 20 000 ha de bosques patagónicos. Posteriormente, mediante el decreto provincial 418 del 2003, se reglamento el área y zonificó incluyendo dentro de sus límites a las anteriores áreas protegidas aledañas Cerro Pirque y Cuartel Lago Epuyén. Según algunas fuentes, la superficie real de la reserva alcanza actualmente las 30 000 ha.

Objetivos

En la etapa inicial, el objetivo era la recuperación, conservación y manejo de los bosques, con el fin de realizar un aprovechamiento sustentable del recurso maderero,3 además de resguardar un espacio con especiales características biológicas y particular grado de conservación.4 Posteriormente estos objetivos se extendieron a la preservación de las condiciones de biodiversidad generales de la cuenca del lago Epuyén.

Flora y fauna

La cobertura vegetal de la reserva la constituyen bosques densos de ciprés de la cordillera (Austrocedrus chilensis), nogales silvestres o radales (Lomatia hirsuta), notros (Embothrium coccineum), ñires (Nothofagus antarctica) y coihues (Nothofagus dombeyi), que alternan con otras especies de menor porte como los avellanos (Corylus avellana). La densa arboleda y las particulares características del lago Epuyén y su entorno son el hábitat de varias especies de aves. Se ha registrado la presencia de ejemplares de cauquén real (Chloephaga poliocephala), bandurria austral (Theristicus melanopis), cóndor andino (Vultur gryphus), chimango (Milvago chimango), gaucho común (Agriornis micropterus), diucón (Xolmis pyrope), remolinera araucana (Cinclodes patagonicus), zorzal patagónico (Turdus falcklandii) y comesebo andino (Phrygilus gayi). En la reserva se ha observado ejemplares de huemul (Hippocamelus bisulcus), especie amenazada cuya conservación es prioritaria y está incluida entre las consideradas monumento natural.

Fuente: Wikipedia.

Para contratar un Guía de montaña o guía acompañante local, contáctenos por email aquí al +54 9 294 4626094 (whatsapp) o en facebook.

 

Reserva de Biosfera Andino Norpatagónica

La Reserva de Biosfera Andino Norpatagónica es un área natural protegida ubicada en la Patagonia Andina Argentina, en las provincias de Chubut, Río Negro y Neuquén de la República Argentina, ocupando un área de más de 22.600 Km2.

Lago Villarino - PN Nahuel Huapi - Patagonia Andina
El lago Villarino, Parque Nacional Nahupe Huapi, Lácar, provincia de Neuquén,
parte de la Reserva de biósfera Andino Norpatagónica.

La reserva se incorporó a la Red Mundial de Reservas de Biosfera en septiembre de 2007, a través del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la Unesco, que añadió 23 nuevos sitios en 18 países, entre ellos los Bosques Templados Lluviosos de los Andes Australes de Chile, contiguo a la reserva argentina, de una superficie de 2 168 956 de ha, constituyendo una unidad ambiental con carácter binacional. A su vez, el Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wide Fund for Nature, WWF) incluyó la ecorregión de bosques templados valdivianos en la lista de ecorregiones prioritarias Global 200.

Los objetivos de la reserva son conservar la diversidad biológica y los ecosistemas; promover el desarrollo sostenible de la zona; e impulsar el monitoreo, la investigación, la educación y la información ambiental.

  • Superficie

En total la reserva de biosfera tiene una superficie de 2.266.942 ha. Incluye las áreas de cinco parques nacionales argentinos, diez reservas naturales, parques o áreas protegidas de jurisdicción provincial, y los ejidos municipales de las localidades de Esquel, Trevelin, Cholila, Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén, El Maitén y Leleque de la provincia de Chubut; Villa Mascardi, El Bolsón y Bariloche y los parajes El Manso, Mallín Ahogado y El Foyel de la provincia de Río Negro; y Aluminé, Junín de los Andes, San Martín de los Andes, Villa Traful y Villa La Angostura de la provincia de Neuquén.

La superficies aproximadas de cada área es:
  1.     Parque nacional Lanín (Neuquén) 412 000 ha
  2.     Parque nacional Nahuel Huapi (Neuquén y Río Negro) 750 000 ha
  3.     Parque nacional Los Arrayanes (Neuquén) 1753 ha
  4.     Parque nacional Lago Puelo (Chubut) 27 674 ha
  5.     Parque nacional Los Alerces (Chubut) 263 000 ha
  6.     Parque provincial Cerro Pirque (Chubut) 770 ha
  7.     Reserva provincial Arroyo Motoco (Chubut) 7040 ha
  8.     Parque y reserva provincial Río Turbio (Chubut) 82 134 ha
  9.     Reserva forestal Cerro Currumahuida (Chubut) 3250 ha
  10.     Área natural protegida Río Azul - Lago Escondido (Río Negro) 80 000 ha
  11.     Área natural protegida Lago Baguilt (Chubut) 1500 ha
  12.     Área natural protegida Cipresal de las Guaitecas (Río Negro) 150 ha
  13.     Reserva forestal Lago Epuyén (Chubut) 20 000 ha
  14.     Paisaje protegido Río Limay (Río Negro) 17 690 ha
  15.     Reserva Baguilt, Río Hielo y Lago Huemul (Chubut) 32 400 ha

  • Biogeografía

El 59 % de la reserva corresponde a la región de los bosques templados valdivianos, el 19 % a la formación altoandina y el 11 % a la estepa patagónica. El resto está ocupado por los centros urbanos o bien por espacios destinados a la agricultura y la forestación.

Flora y fauna

 

Las principales comunidades naturales de especies arbóreas son de bosque de alerces, bosque de araucaria o pehuén, bosque de ciprés de la Cordillera (Austrocedrus chilensis), bosque puro de coihue, bosque mixto de raulí, coihue y roble pellín o roble de Neuquén, bosque de lengas, bosque de ñire. Otras especies: ciprés de las Guaitecas, tepa o huahuán, lingue, tiaca, ulmo o muermo, avellano chileno o gevuin (Gevuina avellana), arrayán rojo, piñol o avellanillo, mañío hembra (Saxegothaea conspicua), tineo, notro, tepú, griselinia (Griselinia ruscifolia).


Bosque andinopatagonico - Patagonia Andina
Ejemplo de bosque andino patagónico o bosque valdiviano,
con preponderancia de árboles del género nothofagus (cohiue, ñire y lenga).

A su vez, crecen otras plantas con flores como el coicopihue, Senecio carbonensis, el calle-calle o tequel-tequel, la murtilla; entre las gramíneas, el colihue y la cebadilla criolla; los helechos Hypolepis poeppigii y ampe o palmilla; la trepadora Cissus striata; la enredadera bejuco sudamericano (Boquila trifoliolata); y entre las parásitas, el quintral y varias especies de farolito chino.

Flores de fucsia chilco tilca - Patagonia Andina
Flores de chilco, tilca o fucsia (Fuchsia magellanica)
arbusto típico de la región Andino Patagónica.

Algunas de las especies presentes a nivel fauna son mamíferos como el zorro gris, monito del monte, puma, comadrejita trompuda, guanaco, los roedores Aconaemys porteri, Aconaemys sagei y Ctenomys maulinus (tucu-tucu).

Entre las especies vulnerables o en peligro de extinción se cuenta al pudú del sur, güiña y el roedor degú, huillín o nutria de agua dulce, huemul y tucu tucu social.

Las avez más representativas son el cormorán imperial, caburé grande, concón o lechuza bataraza, rayadito, picaflor rubí, huet huet, chucao, carpintero patagónico, carpintero pitío, fio-fio, curucucha o ratona, ibis de cara negra, huala, churrín grande (Eugralla paradoxa), el águila mora (Geranoaetus melanoleucus australis), churrín andino (Scytalopus magellanicus), peutrén (Colorhamphus parvirostris). Entre las especies vulnerables de pájaros está el pato torrentero, el cóndor andino y la paloma araucana.

Aguila mora - Patagonia Andina
Un águila mora sobrevolando su nido.

Los anfibios característicos son el sapito selvático, ranita o sapito de Darwin, Alsodes gargola, Batrachyla antartandica, Batrachyla leptopus, Atelognathus nitoi (vulnerable).

Lagartija - Patagonia Andina
 Lagartija camuflada a orillas del Lago Puelo, en Parque Nacional Lago Puelo,
parte de la Reserva de biósfera Andino Norpatagónica.
 Fuente texto: Wikipedia. Fotos propias.

Guía: Ecoturismo o turismo ecológico - Patagonia Andina

Recorrer la naturaleza con el único fin de disfrutar la naturaleza, eso es el ecoturismo. Las actividades ecoturísticas o de turismo ecológico en la Patagonia Andina son muchas y variadas.

Senderismo por territorios vírgenes: acceso a bosques nativos, territorio de montaña, cascadas, glaciares, ríos, arroyos, lagos, etc.

Bosque nativo patagónico - Patagonia Andina
Bosque Nativo de la Patagonia.

Avistamiento de aves, flora y fauna.

Observación de aves - Patagonia Andina
Aves acuáticas en un lago de la Patagonia.

Recorrido de reservas naturales: incluyendo parques nacionales, parques provinciales y áreas protegidas.

Gastronomía ecológica u orgánica: quesos, lácteos, frutas finas, cervezas y diversos productos naturales se producen y se comercializan en la región.
 
Frutilla - Patagonia Andina
Una frutilla silvestre en el suelo de un bosque nativo patagónico.

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