Entre las nuevos desarrollos de la industria del camping, se encuentran las carpas o tiendas de campaña que se instalan prácticamente solas. Pero éstos, como todos los productos, tienen sus aplicaciones, ventajas y desventajas.
Tienda de campaña o carpa tipo iglú Carpa iglú o tienda de campaña tipo iglú. |
Las tiendas de campaña o carpas que se montan o arman de forma prácticamente automática son una de las opciones más llamativas de los últimos tiempos. Estos "refugios" para campinistas y excursionistas están pensados para armarse de forma rápida y sin complicaciones: es tan fácil como desatarlas y dejarlas que se desplieguen por la propia fuerza de la elasticidad de sus varillas comprimidas durante su plegado. Su diámetro es el de un platillo de batería grande ya que son del tipo "iglú", y su peso ronda los 3 kilos dependiendo del modelo (tipo de materiales sintéticos con los que está hecha como varillas y tela, cantidad de ocupantes y tamaño en general), y están pensadas para ser transportadas dentro de una bolsa o funda grande con manijas.
Al adquirir una de estas tiendas de campaña hay que tener algo fundamental: están pensadas para usar en camping, es decir, para ser trasportadas por vehículo (coche, casa rodante o caravana, micro o autocar, etc.). Por lo tanto, no sirven para excursionistas o aventureros mochileros, y mucho menos para montañistas, salvo que se quiera sacrificar una mochila bien armada y la incomodidad de llevar semejante bulto por la de ahorrarse el tiempo de armado de una carpa tradicional, que se divide por piezas y por lo tanto es más compactable o adaptable al transporte con mochila o bicicleta.
Las tiendas de campaña de este tipo tampoco son recomendables para viajes en aviones comerciales, ya que su fragilidad no es compatible con el despacho como equipaje a la bodega del avión, y su tamaño hace que no puedan ser llevadas como equipaje de mano.
Además, como todo lo automático, corre el riesgo de romperse con consecuencias fatales. Por ejemplo, en el caso de una tienda de campaña convencional, una barrilla puede ser reemplazada si se rompe, pero en el caso de una carpa de este tipo, una rotura de este tipo puede implicar un desequilibrio en las fuerzas que permiten el desplegado automático de la tienda, y por lo tanto una doble complicación: la dificultad para tanto para armarla como para guardarla.
Por otra parte, el armado de una de estas tiendas "automáticas" implica un espacio relativamente superior al que necesitan las convencionales para permitir su "desplegado". En el caso de las convencionales, el armarlas desde el suelo posibilita adaptarse incluso bosques cerrados, lugares con árboles, cuevas o hacerlo dentro de otra tienda más grande para mejorar las prestaciones de frío, cosa mucho más complicada en caso de las carpas automáticas.
Es decir, lo primero que tenemos que saber es si queremos comprar una tienda de camping (o excursionismo con vehículo, para turismo de rural o acampadas urbanas) o una carpa de montaña (senderismo o trekking, para campamento base o travesías al aire libre de varios días).
A partir de ahí, debemos saber si pensamos usar la tienda o carpa incluso con mal tiempo, o solo en días de buen tiempo (ausencia de lluvia o nieve). Si lo que pretendemos es usar la carpa en salidas de montañismo o senderismo de más de un par de días (o incluso en estos casos) , e independientemente de si decidimos arriesgarnos a comprar una de tipo automático, lo mejor será suponer que el tiempo será malo, ya que las condiciones al aire libre en zonas agrestes son variables, y que sin tener la posibilidad de refugiarnos en un vehículo la tienda será nuestro único refugio en caso de precipitaciones.
Otra opción ya más conocida desde hace años en el mundo del material para las actividades al aire libre son las carpas tipo "iglú" que tienen un cierto proceso de armado o montaje manual, pero que no deja de ser simple comparado con las a estas alturas "antiguas" carpas de tipo canadiense (las que tienen techo a dos aguas) o incluso con las más complejas carpas estructurales para camping (aquellas que pueden tener incluso habitaciones y otras comodidades dignas de una casa). Las tiendas iglú, como su nombre lo indica, adoptan la forma de los conocidos refugios esquimales de hielo, combinándola con el uso de nuevos materiales que le permiten la flexibilidad suficiente para que no necesiten oponerse al viento, sino "esquivar" su fuerza achatándose a su paso.
Así, buscando en comercio online como estos, deberemos optar entre modelos impermeables y resistentes, cómodos de transportar o de armar, livianos o no tanto, o (por último) de altas prestaciones para climas exigentes (montañismo) o familiares (camping). En cualquier caso, los factores decisivo para hacer una elección correcta serán:
- el tiempo disponible para el armado de la carpa o montaje de la tienda (lo cual dependerá de la duración u objetivo del viaje).
- las condiciones meteorológicas que podrían darse (considerando el clima local para la estación del año que se trate, y/o tiempo de estancia al aire libre).
- la forma en que habrá que transportar nuestro refugio temporal (vehículo motorizado, caballos, avión, bicicleta o a pie).
- el tipo de lugar o terreno en que prevemos armar la carpa (tierra, nieve, grava, asfalto, bosque, etc.).