Aunque una salida de un día al aire libre para la práctica de
excursionismo, senderismo, montañismo, acampada, etc. [1] no es una
expedición exploración ni mucho menos, y suelen desarrollarse por
definición cerca de la ciudad, no por eso debe descuidarse una
cierta planificación en cuanto al equipo, botiquín y provisiones
que se deben llevar para el trayecto. Esto es igualmente cierto si
los que organizamos la excursión somos nosotros (en un grupo
particular) o vamos a ser guiados por un Guía profesional en el
contexto de un grupo reunido a través de una agencia de actividades
de aventura o multiaventura.
Lo primero es
considerar el material, equipo o equipamiento necesario para mantener
la seguridad (protección contra las inclemencias del tiempo, medios
de orientación y prevención de accidentes propios de la actividad)
y proporcionar primeros auxilios (curación primaria de los
accidentes o las lesiones más comunes en espera de intervención
médica).
Hay que recordar es
que los accidentes pasan en todas partes, y aunque hay menos
posibilidades de que ocurran cuanto menos dure una marcha, y serán
menos graves en cuanto a sus consecuencias cuanto más cerca se esté
de un lugar en donde poder recibir la ayuda médica, de rescate o de
evacuación adecuada; no es menos cierto que la posibilidad de
accidentes se reduce todavía más si nos preocupamos por eliminar
tantos riesgos como esté en nuestras manos hacerlo, y evitemos todos
lo que no podamos eliminar.
De esta forma, no
sólo reduciremos la posibilidad de accidentes, sino que vamos a
evitar desperdiciar recursos en movilizar operativos de búsqueda y
rescate al solucionar nosotros mismos pequeños percances que, de no
haber sido previstos, puede requerir de ayuda externa.
Es por esto que hay
que tener en cuenta:
- Llevar la
vestimenta y el calzado adecuados.
- Llevar ropa de
repuesto.
- Llevar agua.
- Llevar un botiquín
al menos con lo mínimo indispensable.
- Llevar un palo,
bastón o similar.
- Llevar al menos un
teléfono móvil o satelital por grupo.
- Llevar siempre un
mapa de la zona, y brújula y/o GPS.
En adelante nos
explayamos sobre esos temas, viendo la necesidad de cumplir estas
recomendaciones y las cuestiones asociadas que se derivan de su
cumplimiento, y que hay que considerar para llegar a buen puerto
siempre que sea posible.
- Llevar la
vestimenta y el calzado adecuados
Llevar la vestimenta y el calzado adecuados al terreno que vamos a
transitar, y al clima que se espera para la jornada. Es conveniente a
su vez vestirse por capas. Esto implica, por lo tanto, estar
informados de antemano en cuanto al dicho terrena y el pronóstico
del tiempo, o en su defecto sobre las recomendaciones de los
encargados de la excursión.
En salidas más largas es también recomendable llegar calzado de
repuesto, pero en salidas cortas (de un día) puede prescindirse de
él. Si se trata de una salida para la práctica de escalada
deportiva, ciclismo o cabalgatas, normalmente se llevará un juego de
"pies de gatos", "zapatillas de ciclismo" o
"botas para montar" según el caso, por lo que será
recomendable llevar paralelamente calzado normal para antes y después
de la actividad.
- Llevar ropa de repuesto.
Siempre el clima puede no comportarse como lo esperamos, y hay que
estar preparados. Toda la ropa que llevemos en la mochila tiene que
ir adentro de una bolsa de plástico, para evitar que se moje incluso
si se moja la mochila.
- Llevar agua
No importa que
vayamos a tomar la que haya en el camino al pasar por un arroyo,
lago, río o cualquier curso de agua, puede que estos estén secos,
contaminados, o necesitemos el agua (ya sea para beber o para limpiar
una herida) cuando estemos lejos de estos. Por eso siempre hay que
guardar y llevar encima agua para casos como estos.
En los casos
particulares de la ascensión, travesías o rutas que implique con
seguridad la ausencia de agua potable durante el trayecto, esta
recomendación es una exigencia ineludible.
- Llevar un botiquín
al menos con lo mínimo indispensable
Llevar un botiquín
al menos con lo mínimo indispensable (si tenemos conocimientos de
primeros auxilios) es algo que siempre hay que hacer en salidas al
aire libre.
A continuación, una
lista con lo básico que podría contener un botiquín de primeros
auxilios para actividades en el medio terrestre al aire libre:
- Vendas elásticas
(para esguinces y similares)
- Cinta adhesiva o
esparadrapo
- Apósitos
adhesivos
- Gasas
- Antiséptico a
base de yodo
- Pañuelo grande
(para improvisar cabestrillo, etc.)
- Analgésicos.
- Tijeras chicas.
Si estamos tomando
algún remedio o medicina con regularidad (aunque no nos toque a las
horas o el día previsto para la salida) conviene llevarlo (se puede
retrasar la salida, podemos perdernos, etc.).
- Llevar un palo,
bastón o similar
No importa la
dificultad del terreno, llevar un bastón tiene nada más que
ventajas y ninguna contra. Además de evitar caídas en terrenos
inestables (con piedras, nevados, mojados o resbaladizos), resta
esfuerzo a nuestras rodillas, repartiendo el peso también en el
brazo que porta el bastón.
En caso de lesión,
un bastón nos ayudará a caminar con menos esfuerzo a modo de
muleta, ya sea por una lesión propia o por la de cualquier compañero
al que tengamos que asistir. Aunque existen multitud de modelos
comerciales de "bastones de trekking" que incorporan cosa
como empuñaduras anatómicas, amortiguación e incluso hasta
linternas, lo cierto es que antes que no usar nada por falta de
dinero para comprar estos últimos modelos, podemos utilizar un palo
cualquiera de la zona (millones antepasados no pueden equivocarse ;-)
).
En caso de caminar o
andar por terrenos con desnivel en los que tengamos que desplazarnos
lateralmente, manteniendo la altura, el palo o bastón debe llevarse
del lado contrario a la pendiente, es decir, del lado de la montaña.
Esto es así para poder frenar de forma adecuada en caso de perder el
equilibrio, evitando la caída. Por supuesto, esta regla se aplica
también al uso de piolets o piquetas, y sobre todo en terrenos
nevados.
En caso de contar
con uno o dos bastones extensibles o telescópicos, es recomendable
regularlos [2] para que nos lleguen a la altura del pecho durante las
subidas o el trayecto por lugares planos, y un poco más largos
durante las bajadas, para tener puntos de apoyo "de avanzada"
adicionales. La rosca telescópica siempre tiene que estar apretada a
conciencia, porque sino puede darse un obvio y desagradable accidente
al aflojarse durante la marcha: conviene por tanto ajustarlas o
revisar su ajuste en cada parada o algo en el camino.
Durante las subidas
suele ser más cómodo apoyarse en las correas o dragoneras
incorporadas. Durante las bajadas, en la parte superior del bastón.
Sin embargo, esto puede variar dependiendo del modelo de bastón, ya
que algunos están pensados para usarse siempre con un agarre
superior, por ejemplo, y por otro lado esto también depende del
gusto o la costumbre del usuario.
- Llevar radios
(walkies) y al menos un teléfono móvil, o satelital por grupo
Así como números
de urgencias. Aunque se lleve apagado, un celular puede servir en
caso de emergencia. Los teléfonos satelitales tienen la ventaja de
tener cobertura en lugares donde los teléfonos móviles no tienen
por ausencia de antenas cercanas, ya que captan su cobertura de
satélites de comunicaciones al igual que los Gps. Por otra parte,
las radios son útiles incluso en condiciones normales, para
comunicarse entre los guías o entre diversos grupos a un costo mucho
menor que el que tiene la telefonía celular.
Además, teléfonos
móviles para contactar en caso de emergencia los participantes de la
actividad en caso necesario, es recomendable disponer también de
walkies-talkies para la comunicación entre los Guías o responsables
de la salida (si existen) o entre miembros de grupos reducidos de
forma económica y en tiempo real. En este caso las comunicaciones
deben ser acordes a las normas de comunicación por radio. Es decir,
concisa y breves para ahorrar batería y tiempo, a la vez que evitar
confusiones o malentendidos. Para eso habrá que tener en cuenta el
lenguaje estándar y además que la nuestra será una forma de
comunicación pública, que puede escuchar cualquiera dentro del
rango de cobertura y con un aparato configurado en la misma
frecuencia de radio.
Las palabras o
"voces" estándar más usadas en la comunicación con
radiotransmisores, en orden alfabético, son las siguientes:
Afirmativo.
Aquí es / Es acá /
Acá es.
Atención.
Cambio.
Cierro / Fuera.
Código.
Cómo me
oye/escucha? = Me toma? / Me recibe? / Me tomás?.
Copio/Copiado.
Corto.
Deletreo.
Enterado.
Identidad.
Identifíquese.
Negativo.
Pasamos a.
Recibido.
Repita.
Repito.
En caso de utilizar
el deletreo, debe usarse el Alfabeto Fonético Internacional, que es
el siguiente (en caso de diferir con la forma de escritura, entre
paréntesis escribimos su fonética, es decir, como suena al leerse):
A Alfa
B Bravo
C Charlie (charly)
D Delta
E Echo (eco)
F Foxtrop
G Golf
H Hotel (jostel)
I India
J Juliet
K Kilo
L Lima
M Mike (maic)
N November
Ñ Ñoño
O Oscar (óscar)
P Papa (pápa)
Q Québec
R Romeo
S Sierra
T Tango
U Uniforme
(iuniform)
V Victor
W Whisky
X X-ray (Ecs-ray)
Y Yanqui
Z Zulu (zulú)
Hay que tener en
cuenta que las baterías o pilas suelen descargarse con mayor rapidez
o facilidad en climas fríos o si se exponen a bajas temperaturas. Si
prevemos este tipo de condiciones climáticas, será necesario llevar
baterías de reserva junto al cuerpo o un lugar donde se mantenga
calientes durante la travesía.
- Llevar siempre un
mapa de la zona, y brújula y/o GPS (si es posible)
Llevar siempre un
mapa de la zona, y brújula y/o GPS (si es posible). No hay que
confiar solo en los Guías (si existen). Cuantas más ayudas para la
orientación contemos, tanto mejor. Por supuesto, vale aclarar que no
sirve de nada llevar algo que no sepamos usar, o invertir en aparatos
caros como GPS, brújulas electrónicas, etc., cuando sólo lo vamos
a utilizar una vez cada varios años...
Así que primero, y
ante todo, practique y aprenda sobre orientación y marcha.
Notas:
[1] En este caso nos
referimos a cualquier actividad que implique, al menos en parte, el
desplazamiento por tierra.
[2] Hay que tener
cuidado de no pasarse cuando se sacan los caño interior de los
bastones telescópicos, estando atentos al señal que marca (como en
los asientos de bicicleta) el límite que se puede extender. De no
hacerse así, podríamos romper el mecanismo, sobre todo en el caso
de bastones que incorporan una amortiguación interna basada en un
sistema de resortes o muelles.
Entre las nuevos desarrollos de la industria del camping, se encuentran las carpas o tiendas de campaña que se instalan prácticamente solas. Pero éstos, como todos los productos, tienen sus aplicaciones, ventajas y desventajas.
Tienda de campaña o carpa tipo iglú Carpa iglú o tienda de campaña tipo iglú.
Las tiendas de campaña o carpas que se montan o arman de forma prácticamente automática son una de las opciones más llamativas de los últimos tiempos. Estos "refugios" para campinistas y excursionistas están pensados para armarse de forma rápida y sin complicaciones: es tan fácil como desatarlas y dejarlas que se desplieguen por la propia fuerza de la elasticidad de sus varillas comprimidas durante su plegado. Su diámetro es el de un platillo de batería grande ya que son del tipo "iglú", y su peso ronda los 3 kilos dependiendo del modelo (tipo de materiales sintéticos con los que está hecha como varillas y tela, cantidad de ocupantes y tamaño en general), y están pensadas para ser transportadas dentro de una bolsa o funda grande con manijas.
Al adquirir una de estas tiendas de campaña hay que tener algo fundamental: están pensadas para usar en camping, es decir, para ser trasportadas por vehículo (coche, casa rodante o caravana, micro o autocar, etc.). Por lo tanto, no sirven para excursionistas o aventureros mochileros, y mucho menos para montañistas, salvo que se quiera sacrificar una mochila bien armada y la incomodidad de llevar semejante bulto por la de ahorrarse el tiempo de armado de una carpa tradicional, que se divide por piezas y por lo tanto es más compactable o adaptable al transporte con mochila o bicicleta.
Las tiendas de campaña de este tipo tampoco son recomendables para viajes en aviones comerciales, ya que su fragilidad no es compatible con el despacho como equipaje a la bodega del avión, y su tamaño hace que no puedan ser llevadas como equipaje de mano.
Además, como todo lo automático, corre el riesgo de romperse con consecuencias fatales. Por ejemplo, en el caso de una tienda de campaña convencional, una barrilla puede ser reemplazada si se rompe, pero en el caso de una carpa de este tipo, una rotura de este tipo puede implicar un desequilibrio en las fuerzas que permiten el desplegado automático de la tienda, y por lo tanto una doble complicación: la dificultad para tanto para armarla como para guardarla.
Por otra parte, el armado de una de estas tiendas "automáticas" implica un espacio relativamente superior al que necesitan las convencionales para permitir su "desplegado". En el caso de las convencionales, el armarlas desde el suelo posibilita adaptarse incluso bosques cerrados, lugares con árboles, cuevas o hacerlo dentro de otra tienda más grande para mejorar las prestaciones de frío, cosa mucho más complicada en caso de las carpas automáticas.
Es decir, lo primero que tenemos que saber es si queremos comprar una tienda de camping (o excursionismo con vehículo, para turismo de rural o acampadas urbanas) o una carpa de montaña (senderismo o trekking, para campamento base o travesías al aire libre de varios días).
A partir de ahí, debemos saber si pensamos usar la tienda o carpa incluso con mal tiempo, o solo en días de buen tiempo (ausencia de lluvia o nieve). Si lo que pretendemos es usar la carpa en salidas de montañismo o senderismo de más de un par de días (o incluso en estos casos) , e independientemente de si decidimos arriesgarnos a comprar una de tipo automático, lo mejor será suponer que el tiempo será malo, ya que las condiciones al aire libre en zonas agrestes son variables, y que sin tener la posibilidad de refugiarnos en un vehículo la tienda será nuestro único refugio en caso de precipitaciones.
Otra opción ya más conocida desde hace años en el mundo del material para las actividades al aire libre son las carpas tipo "iglú" que tienen un cierto proceso de armado o montaje manual, pero que no deja de ser simple comparado con las a estas alturas "antiguas" carpas de tipo canadiense (las que tienen techo a dos aguas) o incluso con las más complejas carpas estructurales para camping (aquellas que pueden tener incluso habitaciones y otras comodidades dignas de una casa). Las tiendas iglú, como su nombre lo indica, adoptan la forma de los conocidos refugios esquimales de hielo, combinándola con el uso de nuevos materiales que le permiten la flexibilidad suficiente para que no necesiten oponerse al viento, sino "esquivar" su fuerza achatándose a su paso.
Así, buscando en comercio online como estos, deberemos optar entre modelos impermeables y resistentes, cómodos de transportar o de armar, livianos o no tanto, o (por último) de altas prestaciones para climas exigentes (montañismo) o familiares (camping). En cualquier caso, los factores decisivo para hacer una elección correcta serán:
el tiempo disponible para el armado de la carpa o montaje de la tienda (lo cual dependerá de la duración u objetivo del viaje).
las condiciones meteorológicas que podrían darse (considerando el clima local para la estación del año que se trate, y/o tiempo de estancia al aire libre).
la forma en que habrá que transportar nuestro refugio temporal (vehículo motorizado, caballos, avión, bicicleta o a pie).
el tipo de lugar o terreno en que prevemos armar la carpa (tierra, nieve, grava, asfalto, bosque, etc.).