Mostrando las entradas con la etiqueta progresion. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta progresion. Mostrar todas las entradas

El problema de los senderos polifuncionales

Las sendas o senderos (picadas, como se les dice también en la Patagonia) que se habilitan o en la práctica son polifuncionales tienen varios inconvenientes desde el punto de vista de la seguridad y la ecología.

Un video que muestra cómo elegir ante una bifurcación de caminos, algo que también evita una mayor erosión.
Este video fue filmado en un sendero de la Patagonia Andina que también es usado para cabalgar, de ahí que se vea tan erosionado.

Cuando decimos "sendas polifuncionales" nos referimos a que pueden ser transitadas tanto por personas a pie, como por ciclistas, jinetes a caballo o incluso a veces vehículos a motor (sobre todo motos, el llamado "enduro").

Tanto el sentido común como la experiencia de muchos países en base a estudios científicos y de campo demuestran plenamente que habilitar un camino al aire libre para que lo utilicen al mismo tiempo personas, bicicletas y caballos es en principio algo perjudicial desde muchos puntos de vista.

Desde el punto de vista ecológico, este tipo de senderos causa una erosión mucho mayor que los senderos dedicados específicamente para una actividad en concreto (senderismo, ciclismo, cabalgatas, etc.).

Un caballo erosiona el terreno más que una bicicleta, y una bicicleta más que una persona. A su vez, ciertas modalidades de ciclismo como el ciclismo de descenso, causan una erosión todavía mayor que el tránsito equino. La erosión termina por causar verdaderos "canales" cuando el tránsito es elevado, por los que el agua erosiona todavía más y más profundamente los senderos hasta hacerlos impracticables.

Por otra parte, la altura despejada para un sendero que transite un bosque necesaria para que pueda utilizarlo alguien a caballo es mayor que la necesario para que transite una persona a pie o en bicicleta. Al mismo tiempo, si lo transitan distintos tipos de vehículos con "tracción a sangre" (bicicletas y caballos) el espacio deberá contemplar la posibilidad de poder adelantarse o dejar pasar sin tener que salir del sendero, porque si no lo hace, tarde o temprano el sendero se ampliará "por sí sólo" (porque la gente saldrá del camino en esos casos). Así, un sendero multifuncional tiene que ser necesariamente más grande desde su nacimiento, o sino lo será tarde o temprano.

Desde el punto de vista de la seguridad, un sendero polifuncioinal muy concurrido puede ser un verdadero peligro, además de transformar el senderismo, trekking, mountainbike o cabalgadas en una experiencia al aire libre no tan placentera al tener que ceder el paso o esperar que se lo cedan a uno: los ciclistas a los jinetes y a los senderistas, y los senderistas a los jinetes.

Los ciclistas de descenso, los jinetes y aquellos que no tienen claro cuándo y cómo debe disminuirse la velocidad si nos cruzamos con senderistas u otros vehículos, ya sea por ignorancia (falta de educación) o por no anticiparse a la posibilidad de cruzarse con alguien en el camino, causan atropellos con graves consecuencias.

Todos estos perjuicios pueden ser evitados si separan los senderos por actividad: para senderistas, para cabalgatas y para ciclistas de montaña. En países como Canadá esto es un hecho, y en otros de Europa donde esto no es así, se demuestra todos los perjuicios anteriormente citados.

Por supuesto, puede decirse que en países europeos muchas veces no sobra el espacio para hacer distintos senderos especializados, pero lo cierto es que, como mencionamos, a mediano o largo plazo este espacio se usa igual y peor (accidentes) debido a los problemas que trae un tránsito tan variopinto por un mismo camino. Pero incluso países con mucho más espacio, como Argentina, parecen desconocer estas razones, y optan por senderos polifuncionales.

Además, ante la tesitura de optar por un sendero de tránsito múltiple, y la no existencia del sendero (es decir, la prohibición del tránsito), debería optarse por la segunda. Sobre todo en lugares donde el primero objetivo debería ser la conservación de la naturaleza, como son las reservas naturales por las que suelen discurrir estas sendas.

Esperemos con estas líneas hacer recapacitar, en la medida de lo posible, a las administraciones públicas para que apuesten por caminos más respetuosos con el medio ambiente y la seguridad de los que lo recorren. Y al mismo tiempo concienciarnos a todo para respetar todo lo posible a aquellos que nos crucemos al aire libre.

Montañismo y trekking: progresión o marcha grupal por terrenos específicos

Al margen de las recomendaciones genéricas que todo montañista y senderista debe conocer para poder transitar en grupo con cierta seguridad, buen aprovechamiento físico y respeto del medio natural, deberá saber también como moverse en determinados terrenos específicos, como son las zonas de rocas o piedras de distintos tamaños, de bloques, de vegetación densa o de terrenos con desnivel pronunciado.

En estos casos de tránsito en terrenos dificultosos, además de que no se debe olvidar como Guía que el grupo marchará más lento, habrá que considerar y tener en cuenta varias cuestiones técnicas, ecológicas y de seguridad tanto a nivel individual como colectivo.

1) - Zonas de vegetación densa.
2) - Zonas de grandes rocas o piedras (canchales o bloques).
3) - Zonas de terreno empinado.
4) - Zonas de piedras chicas (acarreos o pedreras).

1) - Zonas de vegetación densa


Lugares de vegetación densa, achaparrada o espesa como los bosques de lengas o coíhues de la Araucanía y Patagonia son prácticamente impenetrables o pueden causar desagradables sorpresas en materia de seguridad grupal si no se siguen ciertas normas que pensadas para facilitar su tránsito a pie.

El autor de este texto fotografiado durante la marcha
en una zona de vegetación densa (lengal patagonico andino)

- Los descansos o las paradas de reagrupamiento deben hacerse en los lugares cómodos, es decir, de vegetación menos densas. Lo normal es que el Guía que va primero se vea obligado a hacer paradas frecuentes para evitar perder de vista al grupo, y lograr reagruparlo cuando sea necesario.

- El grupo debe ir unido, hasta el punto de no perder de vista al de adelante, pero lo suficientemente separados como para no recibir golpes con las ramas del compañero que va adelante.

- Si por lo que fuera algún miembro del grupo se retrasa porque tiene algún problema (rotura de ropa, enganche de mochila, pérdida de equipo, se lastima con la vegetación, etc.) debe avisar inmediatamente a la persona que lo antecede, y esta comunicárselo al Guía encabeza el grupo para que detenga la marcha momentáneamente para atender el problema en cuestión.

2) - Zonas de grandes rocas o piedras (canchales o bloques)


Los canchales, peñascales o pedregales, zonas de rocas sueltas o piedras [1] más o menos grandes (mayores que una pelota de fútbol aproximadamente) pueden ser un terreno bastante fácil de transitar a pie, siempre y cuando se sepa como hacerlo. En caso de no conocer y dominar las técnicas de marcha en este tipo de suelo, una caída puede causar graves accidentes, por lo que siempre debe tenerse en cuenta:

Marchando al aire libre en zona de grandes piedras y rocas.
- Prestar mucha atención a la distancia de seguridad entre los miembros del grupo, que deberá ser mayor a mayor probabilidad de caída de piedras o derrumbes, y (a su vez y por la misma razón) a mayor inclinación de la pendiente, tanto si estamos bajando como si estamos subiendo. La razón: dar tiempo al compañero que nos precede (bajada) o nos antecede (subida) para esquivar piedras que caigan debido a nuestra marcha. Hay que avisar de la caída de piedras, sobre todo en las bajadas, cuando el que nos precede puede no verlas venir.

- Deberemos intentar pisar en los mismos lugares elegidos por el Guía que va primero, ya que este los eligió por algo (piedras o rocas más estables), y será la persona con más experiencia para hacerlo.

- Cruzar rápido y uno por uno por zonas donde las rocas sean movedizas o haya peligro de derrumbe, caída de piedras. Por supuesto, estos tramos deben ser cortos y no presentar mayores problemas, sino deberían evitarse o rodearse.

3) - Zonas de terreno empinado


Independientemente del tipo de suelo que lo recubra (roca, nieve, tierra, vegetación, etc.), los terreno empinados, inclinados, escarpados deben transitarse (subirse o bajarse, treparse o destreparse) teniendo en cuenta ciertas precauciones:

- No caminar de cara a la pendiente. Lo que obliga a caminar en diagonal o en zigzag, y siempre (sobre todo si por lo que fuera no es posible ir en zigzag) hay que mantener una distancia de seguridad, la suficiente para que si alguien se cae, no arrastre consigo al resto del grupo, y pueda ser frenado, o esquivado y luego socorrido por el resto de sus compañeros. Subir o bajaren diagonal es además más descansado, y causa un menor impacto al terreno y a nuestras articulaciones.

- No habrá que marchar en línea recta, por la misma razón de seguridad por la que hay que hacerlo siguiendo diagonales.

- Si el paso es muy peligroso o riesgoso, habrá que pasarlo de a uno, con aseguramiento o asistencia de los otros miembros del grupo. El Guía puede opcionalmente indicar al resto de las personas del grupo donde pisar o el camino a seguir desde una posición segura o de avanzada. Algunos recomiendan que el Guía en estos casos baje último para cumplir esta función, pero si existe un Guía de segundo (de cola o "escoba") esto no será necesario, y si el camino sólo lo conoce él, o es complicado por otras cuestiones objetivas (grietas, neveros que implique tallado de escalones, etc.) no será posible por no ser recomendable.

4) - Zonas de piedras chicas (acarreos o pedreras)


Estas zonas de rocas se diferencia de las zonas de rocas grandes o bloques en una mayor inestabilidad del terreno debido a desplazamientos "conjuntos" de las piedras que lo tapizan, que actúan de forma similar a la arena o a la nieve en polvo. En este sentido, estos lugares pueden atravesarse sin mayores problemas dependiendo el grado de la pendiente, y teniendo en cuenta ciertas consideraciones sobre seguridad, técnicas de marcha y ecología.

- En general, un acarreo en pendiente debe evitarse por cuestiones ecológicas: son zonas de por sí altamente degradables y difícilmente recuperables debido precisamente a su inestabilidad, y si se le suma el impacto del tránsito de personas, su degradación ecológica será todavía mucho más pronunciada.

- Si no queda otra opción que atravesar una zona de acarreo empinada, hay que tener (al igual que pasa con otras zonas rocosas) mucho cuidado con advertir de la caída de piedras generadas por nuestro avance, avisando a nuestros compañeros.

- En subidas o bajadas, será casi obligado el desplazamiento o marcha en zig-zag o diagonal, de otra forma no sólo nos cansaremos más (a cada paso, retrocederemos unos cuantos) sino que la caía de piedras será mucho mayor y acumulativa (el último recibiría el de todos los anteriores en subida, y el primero el de los que lo preceden en bajada) y degradación ecológica del terreno sería también más considerable. Conviene en estos casos reagruparse al cambiar de dirección, para evitar que las piedras caigan sobre los miembros del grupo que se encuentren más abajo en la línea de zigzag.

- En lugares en donde la progresión en zigzag no sea posible por los accidentes del terreno (chimeneas, canales, etc.), lo mejor será que el grupo marche unido, para así evitar lo máximo posible el que las piedras que se desprendan tomen velocidad y no puedan ser esquivadas.

- En lugares muy inestables, no hay que descartar el pasar de a uno, e incluso asegurarse en una cordada o con algún otro método de escalada (usando empotradores, etc.).


Notas:

[1] Una piedra se diferencia de una roca en que, básicamente, la primera no es "solidaria" (no está unida) al suelo, y la segunda sí. Por eso, una roca suelta sería lo mismo que una piedra.

Montañismo y trekking: técnicas de marcha básica en montaña

Caminar en terrenos no muy pronunciados y con suelos no especialmente difíciles en montaña no presenta mayores dificultades que el de adaptar la marcha para conservar el equilibrio dinámico (en movimiento, mientras caminamos). Mantener el equilibrio es algo que se hace de forma natural, por lo que cuanto más caminemos en montaña, más ganaremos en experiencia si "oímos" a nuestro cuerpo y le hacemos casos.


Para empezar, sin embargo, como principiante o aprendiz de montañista, es bueno conocer las bases teóricas, los fundamentos de la marcha que nos enseña la biomecánica. Tenerlos en mente nos ayudará a automatizar un paso seguro, sobre todo cuando los terrenos se empiecen a complicar, llevemos una mochila pesada, haya poca visibilidad, viento, frío...en suma, cuando empecemos a movernos en la montaña en condiciones más dificultosas.

Lo normal y correcto al marchar, entonces, sería lo siguiente:

  • Mirar dónde pisamos, evaluar a dónde nos conviene poner el próximo soporte de nuestro peso, tratando de elegir el lugar más estable para apoyar la planta del pie.
  • Mantener el centro de gravedad de nuestro cuerpo dentro del área de sustentación. Es decir, que el eje de dicho centro de gravedad pase en principio por el centro de nuestra cadera (L3, aproximadamente). Para ello, tanto en subida como en bajada, el tronco irá medio inclinado hacia adelante (columna semiflexionada).
  • Para lograrlo tendremos que ir "bamboleándonos", el típico caminar de los humanos, pero de forma más exagerada: cargar peso primero sobre la pierna-pie que acabamos de apoyar (mover sobre ella momentáneamente el centro de gravedad) con toda la planta en el suelo, para liberar el del otro y poder, levantarla (extendiendo las articulaciones correspondientes) y dar el siguiente paso, haciendo funcionar el juego de articulaciones y cadenas musculares correspondientes, y así sucesivamente (¡¡no vamos a enseñar acá como caminar!!).
  • Sumado a lo expresado antes, al bajar, en los descensos específicamente, tendremos que mantener las rodillas siempre semiflexionadas y procuraremos apoyar primero el talón para luego hacerlo con el resto de la planta, teniendo así mayor estabilidad, y causando un menor impacto a las articulaciones.
  • Los ascensos y descenso en línea recta la dejaremos para casos en los que el tiempo apremie o no hay la opción de subir en diagonal o marcando zigzags, técnica mucho más efectiva desde el punto de vista del rendimiento, de un mayor respeto de la naturaleza (menor impacto de erosión en el terreno) e impacto en nuestras articulaciones (se "carga" menos peso en cada "choque" contra el suelo de nuestros pies).

Distintas formas de perderse

A los que nos gusta la aventura y disfrutamos de la exploración, la práctica de la supervivencia y la vida al aire libre, siempre relacionamos el hecho de perder la orientación o perdernos con la ausencia de caminos o el no saber adonde estamos. Pero también existen otras formas de perderse.

 
Orientación y sendas...

Estar en el medio del desierto, sin ninguna población a la vista, casi sin agua, después de que nuestro vehículo se haya roto... Estar en una isla desierta, después de haber llegado nadando tras un naufragio... Estar en la ladera de una montaña nevada, en alguna parte de una alta cordillera, tras la caída de nuestra avioneta y haber sobrevivido milagrosamente al accidente... No saber dónde estamos exactamente cuando no encontramos referencia alguna para ubicarnos con nuestro velero en algún lugar perdido de un vasto océano... Perder la orientación dentro de una galería mientras exploramos una cueva por primera vez... No haber encontrado la civilización cuando cae la noche en un paraje inhóspito de los Andes...

Cualquiera de las frases anteriores podría indicar una de las situaciones típicas que asociamos con el hecho de "estar perdidos". Pero este tipo de cosas sólo le ocurren a aquellos que tienen la suerte (o no) de vivir situaciones aisladas del mundo y la civilización. Un ciudadano cualquiera puede perderse, y de hecho se pierde, a otro nivel, de otra manera. Incluso aquellos que hacen excursiones al aire libre en lugares muy urbanizados y con gran densidad de población por kilómetro cuadrado (como algunas regiones de Europa, por ejemplo), tienen otra experiencia de lo que es perderse.

Esa otra forma de perderse ya no implica "no saber donde está la civilización", sino "no estar siguiendo el camino correcto". Porque en un lugar civilizado todos los caminos llevan tarde o temprano, no ya a Roma, sino a lugares poblados, evidentemente. El problema ocurre en estos casos cuando se "pierde" la ruta, la senda o el camino que se pretendí seguir para llegar a donde se había planeado.

Así, un conductor insulta y despotrica contra todo objeto animado e inanimado (priorizando los mapas y su flamante GPS) cuando pasa de largo la calle en la que tenía que desviarse y no tiene forma de volver atrás sin infringuir normas de tráfico básicas o causar un accidente. De la misma forma, un senderista o un excursionista dentro de una "isla natural" entre pueblos, puede perder sus senda...pero no porque esta no esté marcada (como puede ocurrir, por ejemplo, en la Patagonia) sino porque en una bifurcación dobló hacia el lado equivocado, porque confunde un pueblo con otro hacia el que se dirigía, o porque pasó por abajo del un tendido eléctrico y al lado de unas antenas que no eran las que pensaba que marcaba su mapa.

Es decir, hay otra forma de perderse, mucho menos bucólica que la del aventurero, y es perderse por exceso de indicaciones o de posibilidades a elegir siguiendo un recorrido dado. Nosotros, sinceramente, preferimos la original...porque ya que vamos a perdernos, mejor perdernos bien perdidos y practicar un poco de supervivencia en serio ;)

¿Qué hacer si está perdido?

 A continuación daré algunas recomendaciones sobre como es deseable reaccionar en situaciones de desorientación al aire libre para intentar volver a ubicarse o auto-evacuarnos si no tenemos la posibilidad de pedir ayuda.

Guiarse entre un cañaveral compuesto por cañas de
un promedio de 3 metros, como estas, es francamente
tarea difícil, de noche, todavía más

Escribo estos consejos basándome en reflexiones que tuve luego de perderme con un compañero del GEA de noche en el Valle del Blanco, y que originalmente y en forma resumida fueron escritas en el diario de bitácora de dicha expedición de enero de 2004, la cual está documentada en formato de video en el documental "Taming The Blanco", sobre la exploración de distintas partes inaccesibles del planeta, el cuarto documental de la serie llamada X-plore producida por RedBarn

1 - Ante todo, algo que parece obvio pero que no lo es tanto: darse cuenta que uno está perdido, o reconocerlo.

Puede que, por ejemplo, pensemos que estamos caminando en la dirección correcta cuando en realidad no es así. Para esto no debemos olvidar contrastar frecuentemente el rumbo seguido con el mapa, brújula y/o GPS.

Por otro lado, consciente o inconscientemente, puede que no queramos reconocer que nos hemos perdido, porque esto implica reconocer que se tiene un problema, problema que puede llegar a ser grave. Hay que dejar a un lado el orgullo y los miedos y enfrentar la realidad, ya que igualmente ella misma, tarde o temprano, se enfrentará con nosotros de una forma mucho menos amigable.

2 - Una vez que sabemos o reconocemos habernos pedido, debemos mantener la calma.

Si el tiempo no apremia (es decir, si no estamos ante una situación de supervivencia en la que haya que reaccionar en forma inmediata so pena de perder la vida) debemos tomarnos con calma los primeros minutos, y pensar con cuidado nuestros siguientes pasos, ya que sino podríamos fácilmente empeorar la situación actual.

3 - Lo siguiente es quedarse en el lugar, no seguir andando o caminando (mucho menos corriendo) en dirección alguna hasta que no sepamos donde estamos, hacia donde tenemos que dirigirnos y/o si conviene o no seguir moviéndonos.

Las situaciones que se pueden dar son infinitas, pero en cualquier caso siempre se tiene que tomar un tiempo para pensar lo que se hará seguidamente.

Puede ocurrir que haciendo señales desde donde estamos (pitidos de silbato, llamados de ayuda) recibamos una pronta ayuda.

Puede pasar también que esté nublado u oscuro porque sea de noche, y no convenga seguirse desplazando porque se empeoraría la situación, y habría que evaluar el acampar de forma provisoria en el lugar hasta que haya más luz para considerar seguir.

4 - Si es necesario partir, antes de hacerlo debemos estar suficientemente seguros de donde nos encontramos.

Este paso es fundamental para pasar de la condición de "perdidos" a la de "molestos" por saber cuanto nos hemos desviado del rumbo correcto. Aquí influirá mucho el tener un mapa, plano o croquis, porque de ser así, habrá estudiarlo detenidamente y aplicar técnicas de orientación que deberíamos conocer.

5 - Si finalmente se decide que lo mejor es retomar un rumbo determinado, hay que estar seguro de que se podrá mantenerlo realmente pese a las condiciones del terreno y/o el tiempo.

Una vegetación virgen o frondosa en un bosque de cañas coihues (como los que existen en el Valle del Blanco) pueden impedir totalmente desplazarse en línea recta si no existe una senda previamente marcada, y los desvíos pueden llegar a ser tales que mantener un rumbo puede resultar muy difícil si no se identifican previamente puntos fijos de referencia visibles pese al follaje.

Por supuesto, a veces mantener un rumbo relativamente fijo será imposible, y habrá que ir “recalculando” frecuentemente.

6 - Tras haberse perdido, no siempre conviene seguir una senda, no debe tomarse esta elección automáticamente.

Las sendas pueden no llevar a donde queremos ir. Salvo que la conozcamos y estemos seguros a donde va o de donde viene, es preferible guiarse con herramientas que garanticen un mejor orientación, ya sea artificiales (mapas, GPS, etc.) o naturales (montañas conocidas, cursos de arroyos o ríos, etc.).

Hay que ser particularmente cuidadosos si lo que hemos perdido es precisamente la senda que seguíamos. Volver a encontrarla no sólo será difícil, sino que a veces no será conveniente. Si queremos, por ejemplo, llegar a un punto o un lugar que conocemos y sabemos donde se encuentra (campamento, río, etc.), seguir una dirección general hacia él si la vegetación lo permite será al final más rápido y tendrá mucho más sentido que intentar encontrar una senda.

Por supuesto, en lugares relativamente "civilizados", las sendas o picadas serán caminos, e incluso habrá más de uno...pero esta situación no es la que se aplica a estar perdido totalmente, sino a la otra forma de perderse que menciono aquí, normal en lugares al aire libre gestionados por servicios forestales, en cuyo caso tendremos que dirigirnos por un camino dado hasta llegar a un lugar conocido, o a alguien al que podamos preguntar.

De la misma forma y por la misma razón, construcciones en lugares poblados son un punto de referencia al que hay que intentar alcanzar, pero en lugares relativamente poco poblados, pueden ser cabañas o refugios abandonados, cosas que puede venir bien para guarecerse, pero no necesariamente para encontrar la senda para dejar de estar perdidos.

7 - Tenga en cuenta no agravar la situación perdiendo además sus pertenecias.

Al encontrarse perdido puede que olvidemos cuidar el equipo que llevamos con nosotros, o nos desplacemos sin él.

Nunca parta dejando su equipo en un lugar, ya sea porque pesa o por cualquier causa, salvo que sea absolutamente imprescindible (haya que transportar a un herido, por ejemplo). Si no sabemos exactamente donde está el lugar en el que nos encontramos será muy difícil retornar a él para recuperar nuestras cosas.

8 - Muchas veces es recomendable seguir el rumbo de un río, o dirigirse hacia él para poder hacerlo.

Si sabemos en que dirección corre el río, y sabemos que siguiendo su curso hacia arriba o hacia abajo llegaremos a nuestro campamento o punto de reunión, hacerlo será lo más sensato. En lugares urbanizados o altamente poblados (Europa central y sur de Europa, por ejemplo), caminando río abajo suele llegarse a pueblos o lugares habitados, pero esto no es una regla, por poner un caso claro: hacer esto en un bosque patagónico puede contribuir a que nos alejemos más de la civilización, ya que la mayoría de los valles están deshabitados, y muchos arroyos caen hacia la cordillera de los Andes, en ríos que no necesariamente terminan en lugares con gente, y muchas veces están encajonados, son de difícil o imposible acceso, propensos a las crecidas con el riesgo que esto implica, etc.

En este caso, existe la ventaja de que los ríos o arroyos suelen escucharse a gran distancia, y nos podremos orientar por su sonido.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que encontrar un punto determinado en la orilla de un río es algo muy difícil y por lo tanto poco recomendable. De la misma forma, será igualmente difícil dirigirse directamente hasta un campamento ubicado a orillas de un río. En estos casos lo que hay que hacer es "equivocarse" a propósito. Es decir, dirigirnos hacia abajo o hacia arriba del punto en la orilla del río al cual debemos dirigirnos, y una vez encontramos el río, sabiendo con precisión que estamos a un lado del objetivo perseguido, dirigirnos hacia él siguiendo el curso de agua.

9 - Otras veces será recomendable quedarse en el lugar en que nos encontramos o en sus alrededores, buscando un claro o un sitio despejado desde el cual hacer señales o eventualmente acampar.

Esto es muy recomendable si nos encontramos absolutamente perdidos, al menos como una primera medida. Tras un accidente aéreo en un lugar inhóspito, siendo pasajeros y desconociendo la ruta del avión, por ejemplo.

10 - Si se encuentra en una zona montañosa, tenga en cuenta que cuando se camina inconscientemente tratando de reencontrar un rumbo o un lugar, generalmente se tiende a ir hacia abajo.

Si este fue su caso, considere que es muy probable que tenga que subir para reencontrar el camino perdido.

11 - Por último recuerde: existen muchas formas de guiarse y que quizás conozca, pero pase por algo ante el nerviosismo del a situación. Por ejemplo:

- Puede guiarse por las estrellas (en el norte a través de la estrella Polar, en el sur gracias la Cruz del Sur podrá deducir los puntos cardinales, por ejemplo).

- Puede tomar como referencias accidentes geográficos visibles o conocidos del terreno: montañas, valles, ríos, piedras o rocas de gran tamaño. Para esto, es útil situarse en un punto elevado, si es que no los ve desde el nivel del suelo.

- Y por supuesto, puede utilizar si los tiene (y debería tenerlos) mapa y brújula o mapa y GPS.

En cualquier caso, evalué todas las posibilidades que tenga en base a lo que sepa y vea, antes de tomar una decisión medítela. Si se encuentra en grupo, haga lo propio con sus compañeros y escuche sobre todo los consejos de la o las personas con más experiencia en este tipo de situaciones.

12 - Si estamos en grupo, nunca debemos irnos por separado, ya que aumentará las posibilidades de accidentes y disminuirá la de que nos encuentren.

13 - Todo esto hay que hacerlo teniendo en cuenta no cansarse demasiado al principio, ya que no necesariamente vamos a salir rápido de esta situación.
Esto implica reservar alimentos si los tenemos, aunque no escatimar en agua (sobre todo si podemos conseguirla) ya que deshidratarse en situaciones de esfuerzo y nerviosismo no es bueno.

Orientación por sendas, senderos o picadas

Cuando se participa de salidas o actividades al aire libre en las que se busca practicar el senderismo o trekking por rutas conocidas o ya marcadas con anterioridad, es cuando en vez de la brújula, el mapa o el GPS, principalmente vamos a utilizar las sendas, senderos o picadas para guiarnos a través de nuestro recorrido, hasta llegar a nuestro destino final o terminar por completo el circuito elegido.

 Una forma de determinar cuál sendero hay que seguir ante una bifurcación del camino...

Los caminos por llanuras, bosques, selvas, montañas o una combinación de estos escenarios, pueden estar divididos básicamente en dos tipos de sendas o senderos: aquellos marcados por el tránsito de animales o aquellos trazados por el paso del hombre.

Las sendas marcadas por el hombre, ya sea que este se desplace a caballo o a pie, suelen tener algún tipo de marcas ubicadas de vez en cuando, incluso en los casos más precarios en los que disponen de un mantenimiento casi nulo. Estas marcas buscan orientar a aquellos que las transiten sin un conocimiento de la zona o del terreno.

Generalmente se encuentran en lugares claves del camino, o en aquellos sitios que pueden confundir a los caminantes, es decir, donde la senda se pierde por alguna causa, o en los lugares en los que el camino dobla o zigzaguea de forma abrupta debido a la inclinación o las características del terreno.

Sabemos, por ejemplo, que una "buena senda" zigzagueará al encontrar una cuesta pronunciada, ya que esta es la forma menos cansadora de subirla, mientras que rodeará aquellos lugares del camino que estén obstruidos por un obstáculo prominente y difícil o imposible de saltear de otra forma (árboles o rocas caídas, por ejemplo).

Las marcas de las sendas son círculos, rectángulos o flechas que suelen estar pintadas tanto en los árboles que la bordean, como en las piedras. En ambos casos, suelen ubicarse a la altura de los ojos o en un lugar claramente visible desde la pendiente y la dirección que lleva el camino. Idealmente, las mismas se encuentran en ambas direcciones del recorrido, en lugares diferentes a la ida y a la vuelta, pero su ubicación mantendrá el principio de visibilidad antes mencionado. Están hechas con pintura de un color lo más llamativo posible (rojo o colores fosforescentes), aunque en sus versiones más primitivas o improvisadas consisten en una marca hecha con un hacha, piqueta o machete un árbol prominente de la zona (si lo hubiere).

Dichas marcas pueden responder a un estándar previamente fijado por las autoridades locales de las que dependa dicha área natural, del club alpino encargado de la zona por la que transite la senda, de las personas o empresas que administren los refugios de la zona, o simplemente pueden haberse ido realizando por diversos senderistas o montañistas con el paso del tiempo.

Cuando las marcas siguen un estándar regido por las autoridades o por grupo o empresa responsable o adjudicataria del terreno, suelen está pintadas sobre un tabla o chapa que se clava a los árboles en lugares críticos del camino en cuanto a orientación se refiere. En muchos casos, sus colores o combinaciones de rallas y colores determinan la distancia (mayor o menor a una serie de kilómetros) y/o el tipo del recorrido o circuito que señalizan.

En cambio, cuando las marcas son la suma del trabajo desorganizado entre los diferentes grupos, personas o paisanos que recorren o han recorrido la zona (algo frecuente en Sudamérica) las mismas no siguen un patrón definido, pudiendo variar el color, la forma y el tiempo transcurrido desde que fueron hechas, estando por eso algunas más borradas que otras, o incluso marcando caminos que en la actualidad han dejado de ser transitables.

En el caso de que la senda haya sido marcada exclusivamente por el paso de animales, ya sea de ganado o de animales salvajes, la orientación va a depender casi exclusivamente de nuestro conocimiento del terreno, unido al derivado de los mapas y la brújula, y/o el GPS. La senda en ese caso va a cumplir únicamente alguna de sus dos funciones primordiales: facilitar el tránsito por lugares de densa vegetación, o preservar el resto del terreno de la erosión que causa el caminar sobre vegetación virgen.

Pese a la dificultad de orientación que surge al transitar por sendas que han sido marcada únicamente por animales zonas relativamente inexploradas, cuando por alguna causa se ve que la senda se bifurca en más de un camino sin ninguna razón aparente, hay algo que puede ayudar a decidirnos que camino tomar, y ese algo es el nivel de tránsito o erosión del mismo. Es decir, ante dos caminos “iguales” de un recorrido o circuito que termina en la civilización o lugar conocido (léase, refugio, pico, etc.) conviene elegir el más transitado o erosionado, ya que este es el tendrá más posibilidades de ser el camino correcto.

Otra forma de ver si un camino que se bifurca es correcto, es tener en cuenta si asciende o desciende, considerando si el camino debe o no subir o bajar en ese punto (algo que, a veces, hay que decirlo, es imposible de saber).

Además hay que considera que muchas marcas están pensadas para la temporada más asidua de visitantes, que puede ser verano o invierno exclusivamente. Si, por ejemplo, las marcas solo están pensadas para el verano, en invierno pueden fácilmente estar tapadas por la nieve.

Por último, mencionar que algunas marcas están hechas para aquellos que transitan a caballo, y el punto de vista de alguien a pie o en otro tipo de vehículos puede ocultarlas o hacerlas difíciles de ubicar. Esto, obviamente, se aplica también para aquellos que vayan a caballo por picadas pensadas para ir a pie.

Cursos y salidas prácticas - Bolsón y Comarca Andina de la Patagonia

En Epuyén Aventura ofrecemos diversos tipos de cursos y salidas para aprender y practicar las  habilidades necesarias para realizar actividades al aire libre con seguridad y conocimiento. Entre estos cursos con salidas prácticas se encuentran las de formación en primeros auxilios, supervivencia al aire libre, orientación y progresión en montaña, entre otros. Siga leyendo si quiere hacer alguno de nuestros cursos, ¡la inscripción está siempre abierta a sus gustos y necesidades!

Epuyen Aventura Guias Comarca Andina El Bolson Patagonia
Vení a subir montañas con nosotros - Epuyén Aventura.


Los cursos de Epuyén Aventura se programan en función de la cantidad de interesados, así que inscríbase ahora si quiere empezar a explorar el fascinante mundo de las técnicas necesarias para disfrutar la naturaleza más preparado que antes, de la mano de profesionales, guías e instructores experimentados.

Solamente elija una o más de los siguientes temas que le interese aprender de los que listamos más abajo, y envíenos un e-mail por aquí o contáctenos al +54 9 2944 626094 (whatsapp), por instagram o facebook, contándonos cuál es su disponibilidad de tiempo.

Para contratar un Guía de montaña local contáctenos por email aquí al +54 9 294 4626094 (whatsapp) o en facebook.

Nosotros le contestaremos a la brevedad informándole más detalladamente en qué consiste cada curso y salida de práctica, su costo y potencial fecha para la realización en función de sus gustos y necesidades:

  • CURSOS DISPONIBLES Y SALIDAS PRACTICAS - EPUYEN AVENTURA
- Curso de supervivencia al aire libre (nivel básico, intermedio, avanzado y superior).
- Curso de primeros auxilios (nivel básico, intermedio, avanzado y superior).
- Curso de orientación y progresión en montaña (nivel básico, intermedio, avanzado y superior).
- Curso de defensa personal y meditación en entornos naturales.

Los cursos de Epuyén Aventura están orientados principalmente al desarrollo de salidas prácticas al aire libre. Si bien la teoría siempre es necesaria, en este tipo de conocimientos la práctica es fundamental, y esta tiene que ser lo más cercana posible a una situación real, y culminar siempre con una salida en donde la realidad esté presente sin más.

Normalmente (salvo pedido expreso por parte de los interesados) nuestros cursos se desarrollan en la Patagonia Andina, en una región de montaña que ofrece una gran cantidad de escenarios para una práctica variada.

Los cursos y salidas de formación práctica de Epuyén Aventura se dictan tanto de forma individual como a grupos. La tarifa del curso varía en función de la cantidad de personas inscriptas y la temática elegida, la duración del curso, el entorno natural en que se dé el curso, la temporada (invierno o verano), etc. Por razones obvias, los cursos personalizados, con un guía instructor exclusivo para su formación, resultan más costosos, pero constituyen una experiencia realmente inolvidable que recomendamos a cualquiera, independientemente de su nivel de conocimiento. En Epuyén Aventura también dictamos cursos para empresas que busquen el fortalecimiento del espíritu de equipo entre sus empleados (outdoor coaching).

El nivel de los cursos es correlativo entre sí, lo cual significa que (por ejemplo) no puede realizarse un curso intermedio si no se realizó antes el mismo curso de nivel básico en nuestra institución.

En todos los casos, Epuyén Aventura le entregará un diploma que certifica su participación en el curso.

¿Está interesado en realizar alguno de nuestros cursos? ¿Tiene ganas? ¡Anímese! ¡Avísenos y contáctenos ahora! +54 9 2944 626094 (whatsapp), por instagram o facebook

Lo estamos esperando para aprender juntos y disfrutar de las actividades al aire libre cada día un poquito más seguro y mejor.