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¿Qué hacer si está perdido?

 A continuación daré algunas recomendaciones sobre como es deseable reaccionar en situaciones de desorientación al aire libre para intentar volver a ubicarse o auto-evacuarnos si no tenemos la posibilidad de pedir ayuda.

Guiarse entre un cañaveral compuesto por cañas de
un promedio de 3 metros, como estas, es francamente
tarea difícil, de noche, todavía más

Escribo estos consejos basándome en reflexiones que tuve luego de perderme con un compañero del GEA de noche en el Valle del Blanco, y que originalmente y en forma resumida fueron escritas en el diario de bitácora de dicha expedición de enero de 2004, la cual está documentada en formato de video en el documental "Taming The Blanco", sobre la exploración de distintas partes inaccesibles del planeta, el cuarto documental de la serie llamada X-plore producida por RedBarn

1 - Ante todo, algo que parece obvio pero que no lo es tanto: darse cuenta que uno está perdido, o reconocerlo.

Puede que, por ejemplo, pensemos que estamos caminando en la dirección correcta cuando en realidad no es así. Para esto no debemos olvidar contrastar frecuentemente el rumbo seguido con el mapa, brújula y/o GPS.

Por otro lado, consciente o inconscientemente, puede que no queramos reconocer que nos hemos perdido, porque esto implica reconocer que se tiene un problema, problema que puede llegar a ser grave. Hay que dejar a un lado el orgullo y los miedos y enfrentar la realidad, ya que igualmente ella misma, tarde o temprano, se enfrentará con nosotros de una forma mucho menos amigable.

2 - Una vez que sabemos o reconocemos habernos pedido, debemos mantener la calma.

Si el tiempo no apremia (es decir, si no estamos ante una situación de supervivencia en la que haya que reaccionar en forma inmediata so pena de perder la vida) debemos tomarnos con calma los primeros minutos, y pensar con cuidado nuestros siguientes pasos, ya que sino podríamos fácilmente empeorar la situación actual.

3 - Lo siguiente es quedarse en el lugar, no seguir andando o caminando (mucho menos corriendo) en dirección alguna hasta que no sepamos donde estamos, hacia donde tenemos que dirigirnos y/o si conviene o no seguir moviéndonos.

Las situaciones que se pueden dar son infinitas, pero en cualquier caso siempre se tiene que tomar un tiempo para pensar lo que se hará seguidamente.

Puede ocurrir que haciendo señales desde donde estamos (pitidos de silbato, llamados de ayuda) recibamos una pronta ayuda.

Puede pasar también que esté nublado u oscuro porque sea de noche, y no convenga seguirse desplazando porque se empeoraría la situación, y habría que evaluar el acampar de forma provisoria en el lugar hasta que haya más luz para considerar seguir.

4 - Si es necesario partir, antes de hacerlo debemos estar suficientemente seguros de donde nos encontramos.

Este paso es fundamental para pasar de la condición de "perdidos" a la de "molestos" por saber cuanto nos hemos desviado del rumbo correcto. Aquí influirá mucho el tener un mapa, plano o croquis, porque de ser así, habrá estudiarlo detenidamente y aplicar técnicas de orientación que deberíamos conocer.

5 - Si finalmente se decide que lo mejor es retomar un rumbo determinado, hay que estar seguro de que se podrá mantenerlo realmente pese a las condiciones del terreno y/o el tiempo.

Una vegetación virgen o frondosa en un bosque de cañas coihues (como los que existen en el Valle del Blanco) pueden impedir totalmente desplazarse en línea recta si no existe una senda previamente marcada, y los desvíos pueden llegar a ser tales que mantener un rumbo puede resultar muy difícil si no se identifican previamente puntos fijos de referencia visibles pese al follaje.

Por supuesto, a veces mantener un rumbo relativamente fijo será imposible, y habrá que ir “recalculando” frecuentemente.

6 - Tras haberse perdido, no siempre conviene seguir una senda, no debe tomarse esta elección automáticamente.

Las sendas pueden no llevar a donde queremos ir. Salvo que la conozcamos y estemos seguros a donde va o de donde viene, es preferible guiarse con herramientas que garanticen un mejor orientación, ya sea artificiales (mapas, GPS, etc.) o naturales (montañas conocidas, cursos de arroyos o ríos, etc.).

Hay que ser particularmente cuidadosos si lo que hemos perdido es precisamente la senda que seguíamos. Volver a encontrarla no sólo será difícil, sino que a veces no será conveniente. Si queremos, por ejemplo, llegar a un punto o un lugar que conocemos y sabemos donde se encuentra (campamento, río, etc.), seguir una dirección general hacia él si la vegetación lo permite será al final más rápido y tendrá mucho más sentido que intentar encontrar una senda.

Por supuesto, en lugares relativamente "civilizados", las sendas o picadas serán caminos, e incluso habrá más de uno...pero esta situación no es la que se aplica a estar perdido totalmente, sino a la otra forma de perderse que menciono aquí, normal en lugares al aire libre gestionados por servicios forestales, en cuyo caso tendremos que dirigirnos por un camino dado hasta llegar a un lugar conocido, o a alguien al que podamos preguntar.

De la misma forma y por la misma razón, construcciones en lugares poblados son un punto de referencia al que hay que intentar alcanzar, pero en lugares relativamente poco poblados, pueden ser cabañas o refugios abandonados, cosas que puede venir bien para guarecerse, pero no necesariamente para encontrar la senda para dejar de estar perdidos.

7 - Tenga en cuenta no agravar la situación perdiendo además sus pertenecias.

Al encontrarse perdido puede que olvidemos cuidar el equipo que llevamos con nosotros, o nos desplacemos sin él.

Nunca parta dejando su equipo en un lugar, ya sea porque pesa o por cualquier causa, salvo que sea absolutamente imprescindible (haya que transportar a un herido, por ejemplo). Si no sabemos exactamente donde está el lugar en el que nos encontramos será muy difícil retornar a él para recuperar nuestras cosas.

8 - Muchas veces es recomendable seguir el rumbo de un río, o dirigirse hacia él para poder hacerlo.

Si sabemos en que dirección corre el río, y sabemos que siguiendo su curso hacia arriba o hacia abajo llegaremos a nuestro campamento o punto de reunión, hacerlo será lo más sensato. En lugares urbanizados o altamente poblados (Europa central y sur de Europa, por ejemplo), caminando río abajo suele llegarse a pueblos o lugares habitados, pero esto no es una regla, por poner un caso claro: hacer esto en un bosque patagónico puede contribuir a que nos alejemos más de la civilización, ya que la mayoría de los valles están deshabitados, y muchos arroyos caen hacia la cordillera de los Andes, en ríos que no necesariamente terminan en lugares con gente, y muchas veces están encajonados, son de difícil o imposible acceso, propensos a las crecidas con el riesgo que esto implica, etc.

En este caso, existe la ventaja de que los ríos o arroyos suelen escucharse a gran distancia, y nos podremos orientar por su sonido.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que encontrar un punto determinado en la orilla de un río es algo muy difícil y por lo tanto poco recomendable. De la misma forma, será igualmente difícil dirigirse directamente hasta un campamento ubicado a orillas de un río. En estos casos lo que hay que hacer es "equivocarse" a propósito. Es decir, dirigirnos hacia abajo o hacia arriba del punto en la orilla del río al cual debemos dirigirnos, y una vez encontramos el río, sabiendo con precisión que estamos a un lado del objetivo perseguido, dirigirnos hacia él siguiendo el curso de agua.

9 - Otras veces será recomendable quedarse en el lugar en que nos encontramos o en sus alrededores, buscando un claro o un sitio despejado desde el cual hacer señales o eventualmente acampar.

Esto es muy recomendable si nos encontramos absolutamente perdidos, al menos como una primera medida. Tras un accidente aéreo en un lugar inhóspito, siendo pasajeros y desconociendo la ruta del avión, por ejemplo.

10 - Si se encuentra en una zona montañosa, tenga en cuenta que cuando se camina inconscientemente tratando de reencontrar un rumbo o un lugar, generalmente se tiende a ir hacia abajo.

Si este fue su caso, considere que es muy probable que tenga que subir para reencontrar el camino perdido.

11 - Por último recuerde: existen muchas formas de guiarse y que quizás conozca, pero pase por algo ante el nerviosismo del a situación. Por ejemplo:

- Puede guiarse por las estrellas (en el norte a través de la estrella Polar, en el sur gracias la Cruz del Sur podrá deducir los puntos cardinales, por ejemplo).

- Puede tomar como referencias accidentes geográficos visibles o conocidos del terreno: montañas, valles, ríos, piedras o rocas de gran tamaño. Para esto, es útil situarse en un punto elevado, si es que no los ve desde el nivel del suelo.

- Y por supuesto, puede utilizar si los tiene (y debería tenerlos) mapa y brújula o mapa y GPS.

En cualquier caso, evalué todas las posibilidades que tenga en base a lo que sepa y vea, antes de tomar una decisión medítela. Si se encuentra en grupo, haga lo propio con sus compañeros y escuche sobre todo los consejos de la o las personas con más experiencia en este tipo de situaciones.

12 - Si estamos en grupo, nunca debemos irnos por separado, ya que aumentará las posibilidades de accidentes y disminuirá la de que nos encuentren.

13 - Todo esto hay que hacerlo teniendo en cuenta no cansarse demasiado al principio, ya que no necesariamente vamos a salir rápido de esta situación.
Esto implica reservar alimentos si los tenemos, aunque no escatimar en agua (sobre todo si podemos conseguirla) ya que deshidratarse en situaciones de esfuerzo y nerviosismo no es bueno.