Cómo elegir el mejor punto para vadear o cruzar un río o arroyo a pie

¿Cómo elegir el mejor punto para cruzar o vadear un río, un arroyo o cualquier tipo de curso de agua a pie? Para eso tenemos que saber algunas cosas desde la teoría. Y, por supuesto, tener práctica en el cruce de ríos a pie. Aquí explicamos lo básico que hay que saber para hacer elegir un punto vadeo.

Ante todo, una aclaración terminológica: estrictamente hablando, la palabra que hay que usar para referirse al cruce de un río a pie por el agua es "vadear". Ya que "cruzar" puede aplicarse también a superar un curso de agua por sobre un puente, por ejemplo. Sin embargo, y en general, en este artículo usaremos indistintamente "vadear" y "cruzar" un río, salvo que se aclare lo contrario.

  • Vadear es la última opción

Video tutorial sobre cómo elegir el mejor punto para vadear o cruzar un río.

Lo primero que debe saber es que vadear un río no es algo que haya que hacer, salvo que uno no lo pueda evitar. Es decir, si tenemos un puente, y sabemos que está en cierta dirección, aunque tardemos un poco más hay que ir a cruzar el río en ese puente. O cruzarlo en cualquier punto seco que conozcamos.

Si el río acaba de subir porque es época de de deshielo o por luvias, o si es un arroyo temporario y no tenemos mucho apuro, hay que acampar hay que esperar y cruzarlo cuando haya bajado.

Teniendo en cuenta lo anterior, si no nos queda otra opción y tenemos que cruzar un río por cuestiones de supervivencia o fuerza mayor, mejor considerar algunas cuestiones que vamos explicar en este artículo y en el video tutorial que lo acompaña.

  • No cruzar en una curva y/o tener en cuenta el fondo

Lo primero a tener en cuenta es que el arroyo o el río a vadear no esté, en el punto en que lo queremos cruzar, en una curva. Porque las curvas hacen que se erosione de forma tal, que haga que tenga un desnivel del lado saliente de la curva que sea más peligroso.

A su vez, cuando hay vegetación, sobre todo árboles más grandes, en la zona que vamos a cruzar es posible que haya (dependiendo de la fuerza de la corriente y del tipo de flora) troncos, ramas, etc. que, tras haber caído, creen un doble fondo bajo el agua, no necesariamente visible, que lo hace peligroso.

En ríos como los de la Patagonia, donde hay mucha piedra redonda, bocha o canto rodado, se hace todavía más dificultoso mantener el equilibrio que en ríos de fondos arenosos.

  • Vadee por la parte más ancha del río

En todos los casos hay que buscar una zona para vadear lo más ancha posible, y con el fondo lo menos profundo posible. Estas dos cosas suelen darse juntas, ya que al ser más ancho o haber más distancia entre una orilla y la otra, lo que ocurre es que el caudal consecuentemente es menor, o viceversa.

Esto significa que si confluye un río con otro río, lo normal es que aumente el caudal y que sea más suave tras dicha confluencia. Contrariamente, si se bifurca un río sucede al revés, hace que el caudal sea más fuerte. Por lo tanto, en condiciones normales e idealmente, hay que cruzar los curso de agua antes de las bifurcaciones y después de las confluencias.

  • No cruzar hacia orillas contrarias con pendiente pronunciada o vegetación densa

Lo mismo que dije de no cruzar en las curvas se aplica a las pendientes que son del otro lado escarpadas. La máxima expresión de esto sería un acantilado. Porque lo que ocurre es que esto está indicando una erosión en la parte cercana a donde sube la orilla. Y además, evidentemente, nos va a ser más difícil trepar y salir. Esto último se aplica también a las orillas con vegetación profusa, que pueden complicar nuestra salida por la orilla contraria.

En resumen, va a haber que buscar una zona, por lo tanto, lo más ancha posible, como dije antes, y que no tenga una pendiente escarpada del otro lado.

  • Evaluar la temperatura del agua

En la mayoría de las regiones, aunque sea verano o temporada estival, el agua de ríos y arroyos puede bajar muy fría debido al deshielo u otras condiciones climáticas. Entonces, hay que evaluar precisamente la temperatura del agua antes de vadear un río. Si está muy fría no es conveniente vadear, sobre todo si es un trayecto largo.

  • Uso y utilidad de piedras

Piedras a intervalos regulares en el agua, que sobresalieran de esta, formando el símil de un camino, serían lo ideal, pues constituirían un verdadero puente natural. Suele haber este tipo de cruces, creados por los caminantes, en arroyos que se vadean habitualmente. Pero será raro encontrarlo en situaciones de supervivencia donde es muy probable que estemos en territorio inexplorado o poco transitado. Puede, sin embargo, darse que existan lugares suficientemente anchos para hacer que al menos algunas piedras sobresalgan, esos son los lugares ideales de cruce, porque las podemos usar para ir pasando de piedra en piedra, o para tener al menos puntos de apoyo extra.

Por supuesto, también podría generarse un puente de ese tipo tirando piedras desde la orilla, pero a veces es una pérdida de tiempo.

Hay que considerar, por otra parte, si vamos en grupo, que todas las personas tengan la habilidad mínima para caminar por piedras en un río, o que no tengan miedo a ello, porque sino no tiene sentido que la persona más débil no pueda hacer el cruce.

  • Analizar el río

Todo lo anterior implica que hay que disponer de tiempo para analizar el río, buscando el mejor lugar de vadeo. Hay que ver los lugares donde, por ejemplo, haya remolinos o rebufos, donde las piedras se nota que los generan, haciendo peligroso el vadeo del río.

Le recomendamos ver el video tutorial que acompaña este artículo para tener una descripción más gráfica sobre cómo analizar un río o arroyo antes de vadearlo.

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