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Obtener agua del ambiente, destilarla y potabilizarla: alambiques y supervivencia

En supervivencia urbana e incluso en determinadas situaciones de supervivencia al aire libre (incluyendo la supervivencia en el mar), la obtención de agua puede no será algo fácil. De no existir ninguna fuente de agua (o si la que hay es de agua salada), habrá que conseguir agua dulce y potable "de la nada" con algunas de las técnicas creadas gracias a conocimientos químicos básicos.



Las formas de obtener agua en cualquier lugar "seco" de la Tierra se basan en el hecho de que el agua, aunque no siempre se encuentre en estado líquido, sí lo está en estado gaseoso (vapor), o dentro de los seres vivos, en particular de las plantas. Para transformar este vapor de agua en el preciado líquido que nos interesa, tendremos que condensarlo, lo que a la vez implicará su destilación.

Condensación y destilación

Cuando el vapor de agua se topa con una superficie más fría, se condensa en ella, es decir, se transforma en H2O líquido. Cualquiera de nosotros puede comprobar esto al ver una ventana o vidrio empañado cuando la temperatura del exterior lo mantiene más frío que la del aire (que contiene agua) del interior. La condensación en el cuerpo humano se ve claramente en el hecho de la transformación del sudor en vapor o el vapor en agua que moja la ropa que llevamos en contacto con la piel, es el que motivó la gran cantidad de tejidos "transpirantes", es decir, permeables de adentro hacia fuera, y en algunos casos impermeables de afuera hacia adentro (Goretex y membranas similares).

Lo que hace falta, por tanto, es forzar este fenómeno, procurando no sólo lograr la condensación del agua, sino tener un sistema que nos permita canalizarla hacia un recipiente con la menor pérdida de líquido posible.

En la novela de ciencia ficción "Dune" de Frank Herbert y todas las novelas que dan forma a esta saga, los Fremen (raza humanoide autóctona del planeta Dune, un planeta donde sólo hay desiertos) utilizan un tipo de vestimenta llamadas "destiltrajes", que les permiten reciclar la mayor parte del agua que normalmente se perdería al sudar, orinar, etc. Las (relativamente y por ahora) benévolas condiciones climatológicas de la Tierra comparadas con las del planeta Dune o Arrakis [0], no nos han obligado todavía a crear trajes de este tipo, pero sí conocemos ciertos sistemas que nos permiten condensar y reutilizar el agua en casos de supervivencia.

Por ejemplo, si estamos en la selva, y tenemos un plástico, simplemente con envolver una frondosa rama de un árbol vivo con este, y espera lo suficiente, el vapor de agua que libera la planta envuelta se condensará en el plástico transformándose en líquido. Es preferible que el plástico sea transparente, así sabremos cuando es el momento de abrir la bolsa. Si no es una rama, también puede ser todo un arbusto, procurando que al cubrirlo con el plástico los bordes de este terminen en una canaleta que recoja el agua, recipientes, etc. Ramas arrancadas y puestas dentro del plástico / bolsa es otra opción, pero como en los casos anteriores, hay que buscar que las hojas no toquen el plástico, porque sino el efecto de condensación se perderá en alguna medida...para eso podemos separarlas del plástico con piedras, palos, etc.

Otra de las formas fáciles de conseguir agua en un lugar donde no hay vegetación importante implica tener un plástico (cuanto más grande mejor), un piso tierra o arena donde cavar (o un hueco), un recipiente donde recolectar el agua, plantas (optativo) y algo de ingenio para construir lo que se conoce como un "alambique solar".

Dentro del agujero [1] se pueden poner hojas o plantas verdes (no madera, no serviría de mucho) para que la condensación sea mayor; pero incluso sin tener plantas, la propia humedad del suelo y del aire serán más que suficientes para que nuestro alambique improvisado funcione. Sobre éste agujero se apoya el plástico y se lo fija sobre los bordes del mismo. El plástico tiene que estar puesto de forma tal que el centro quede (gracias al uso de algún peso, por ejemplo una piedra) más bajo que los bordes (es decir, formando un cono invertido o embudo. Justo bajo el centro habrá que haber puesto el recipiente para recolectar el agua. Como dijimos antes, es importante evitar que la parte del plástico que queda en el interior no tenga contacto con las hojas de las plantas (si las pusimos) del fondo del agujero, así se evitará perder agua al cortar el flujo que (gracias a la gravedad) hará que se deslice hasta el recipiente [2]. El calor hará el resto, ya que al calentarse el aire y el suelo, el agua que contengan estos tarde o temprano se transformará en vapor que terminará, al saturarse y no poder escapar [3], condensándose en el plástico. Por supuesto, cuanto más diferencia de temperatura haya entre (por ejemplo) el día y la noche (situación típica en el desierto) mejor funcionará el alambique, ya que a la noche el suelo caliente seguirá despidiendo vapor, y el plástico frío ayudará a condensarlo con facilidad.

Evidentemente el alambique también puede hacerse con el plástico en forma de carpa, y recogiendo el agua en una canaleta que rodee todo el plástico a la altura de sus bordes que tocarán el suelo. De hecho esto es lo que pasa con cualquier carpa o tienda cuando llueve o hay mucha humedad en el ambiente: se transforma en un gigante alambique en el momento en que menos lo necesitamos, y el agua tarde o temprano, al condensarse, chorrea por adentro de la carpa hasta el suelo (con suerte y si no la tocamos) o gotea a medio camino (si no tenemos tanta suerte...). Por lo tanto, si se quiere hacer un alambique de este tipo, habrá que mantener el plástico levantado como una carpa india por medio de una columna o palo central, y tensarlo de tal forma que permita que el agua se deslice hacia abajo por el interior. La ventaja de este método es que no implica hacer un agujero, pero la desventaja (mucho mayor) radica en que es muy difícil de construir de forma improvisada, tanto por lo que cuesta mantener una estructura de este tipo en pie ante un simple viento, como lo que significa crear el sistema de canaletas (que podrían hacerse con cañas huecas cortada, por ejemplo) y recolección de agua, que en el caso del alambique solar con agujero se reduce a tener un simple recipiente (casco, coco, corteza de árbol, etc.).

El único problema de los alambiques es que son una forma lenta de conseguir agua, por lo que hay que tenerlos trabajando todo el día, y tener más de uno si es posible. Por eso, para no perder tiempo cada vez que tengamos que sacar el agua, se puede idear algún sistema que permita sacar el recipiente donde se junte el agua o vaciarlo sin desarmar el alambique. Una solución, si disponemos de una manguera, es instalarla de forma tal que automáticamente se transfiera el agua a otro recipiente que deberá estar más bajo que el primero. Para que esto empiece a funcionar habrá que esperar que se llene lo suficiente el primer recipiente, y chupar del extremo de la manguera para equiparar presiones (de la misma forma que se hace cuando se quiere traspasar combustible de un vehículo a otro).

Los beneficios de la destilación: agua potable

Hay que tener en cuenta que el agua que proporciona un alambique solar es agua destilada, por lo que conviene enriquecerla con una pizca de sal (o agua salada) si tenemos. También es normal que un alambique solar atraiga a los insectos, que terminen muertos en el recipiente del agua...no importa, mejor todavía, al mismo tiempo que obtenemos agua potable obtenemos comida y tendremos proteínas extras para nuestra comida de supervivencia ;)


El hecho de que el agua producida por un alambique solar se destile [4], implica que un alambique solar puede usarse también para obtener agua limpia o potable en base a orina, agua sucia de un río o de riadas e inundaciones, agua contaminada o agua salada [5]. En este caso lo que se puede hacer es crear un alambique tradicional [6] en base a nuestro alambique solar. Es decir, calentar el líquido que se quiere purificar hasta que hierva y se transfiera dentro del alambique solar, y dejar que el vapor que va surgiendo se condense y genere agua tal como lo explicamos.

Es mejor y casi imprescindible que el recipiente que calentamos esté fuera del alambique solar (para poder controlar el fuego y que no se contamine con el humo), tapado herméticamente y conectado con el alambique solar (el plástico en el agujero) por medio de una manguera. El agua resultante no será un "manjar", pero será bebible.

Si disponemos de los materiales necesarios podemos construir incluso un alambique con vidrio en vez de plástico, y un sistema de canalización a base de tubos, que será mucho más eficiente. Pero eso excede el ámbito de la improvisación y la supervivencia, al menos de la supervivencia a corto plazo.

Notas:
[0] En Dune los Fremen no sólo reutilizaban el agua que un humano normal desperdiciaría durante su vida, sino que lo hacían después de su muerte. Es decir, el funeral consistía en transformar al cadáver en cuestión otra vez en "agua para la comunidad". Cuando la supervivencia apremia, nada se desperdicia, y el agua es sagrada, es por eso que ver llorar a un Fremen era en la novela algo tan raro como encontrar un político honesto...
[1] El agujero debería tener unas proporciones aproximadas de un metro de ancho por medio metro de profundidad. Es decir, ser más ancho que hondo.
[2] Si el plástico es muy "lustroso" o deslizante, a veces las gotas caerán antes de llegar al centro. En ese caso puede intentar buscarse cierta rugosidad en la cara interna del plástico raspándolo un poco. [3] De ahí la importancia del buen "sellado" del plástico respecto del suelo o el borde del agujero.
[4] Destilar es separar las partes más volátiles (evaporables) de un líquido de aquellas que no lo son, y volver a transformar este vapor en líquido (agua en este caso) con una mayor grado de pureza.
[5] Los alambiques solares prefabricados suelen ser parte del equipo de supervivencia de las embarcaciones, ya que se da por hecho que destilando agua de mar se puede tener una provisión casi ilimitada de agua potable. Estos alambiques son una versión portátil del alambique improvisado que explicamos en este artículo, y algunas veces también son flotantes: una especie de burbujas con forma de hongos o merengues de plástico transparente que permiten ser llenados de agua salada, y que acumulan el agua condensada en canaletas que llevan en los costados.
[6] En un alambique tradicional el líquido que se quiere destilar también se calienta y luego se enfría, pero se calienta con fuego, no con el calor del sol como en el caso del alambique solar. Por ejemplo, cuando se quiere lograr una bebida alcohólica a base de una líquido que contenga tanto agua como alcohol (la uva fermentada, en el caso del vino) se puede calentar este: como el alcohol se evapora antes que el agua, el vapor que se genere tendrá más alcohol que el calentado, y por lo tanto también el líquido resultante una vez se enfríe y condense este vapor.