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Bicicleta: transporte de equipaje y peso

Pese a lo que un principiante puede pensar, llevar en una mochila equipo, ropa adicional, agua o víveres o lo que sea que queramos transportar cuando andamos en bici, no es para nada recomendable. Para esto existen varios métodos de transporte especialmente diseñados para los viajes en bicicleta con equipaje.

Un ciclista con un "cameback" o bolsa de hidratación a sus espaldas.
 
Exceptuando el agua para el consumo durante el trayecto (que puede llevarse en una botellita de plástico acoplada al cuadro con alguno de lo sistemas que se venden, o en una mochila creada para tal efecto conocida como "camelback") algo de comida (que llevaremos en los bolsillos de nuestra ropa), y el kit de herramientas y piezas de repuesto (que puede ir acoplado a la parte de atrás del asiento o sillín, por ejemplo) el resto del equipo tiene que ir en las alforjas, cestos o canastos adosados adelante o atrás de la bici. 

Bolso, funda o bolsillo transportador bajo el asiento o sillín de la bicicleta.

Para paseos, salidas de compra, etc., son ideales los canastos delanteros, porque además no permiten tener siempre a la vista nuestras cosas y evitar robos o pérdidas. Para viajes más largos, las alforjas son lo mejor. Para transportar pequeñas cosas pueden usarse los bolsillos del maillot (si se tiene) o una riñonera. Esta última, sin embargo, no debe situarse a un lado del cuerpo (porque causa desequilibrios y sobresfuerzos musculares), sino atrás, sobre los glúteos. 

Una forma de transportar algunas herramientas o
ropa de poco peso: en los bolsillos traseros de un maillot.
En este caso un inflador y un chaleco reflectante.

Todos los que andamos en bicicleta llevamos alguna vez una mochila, pero durante trayectos o paseos cortos. Para cicloturismo o viajes largos con bicicleta (más de 30 minutos) en los que tengamos que transportar peso adicional, habrá que usar otro método, y el método más común es el de incorporar al haciendo trasero de nuestra bicicleta unas alforjas especialmente pensadas para transporte de material. 

Las cargas pueden fijarse al asiento trasero o transportín
por medio de sogas elásticas con ganchos conocidas como "pulpos".

 Las alforjas, como las de los caballos, en su versión más básica son dos bolsos unidos por unas cintas que cuelgan equilibradamente uno a cada lado de la bicicleta en este caso. Conviene que sean impermeables y resistentes, y por supuesto que incorporen un sistema de cierre fiable, las tradicionales hebillas o cierres de buena calidad. 

Otra forma de transportar peso: en un bolso
adosado al asiento trasero o transportín de la bicicleta.

Por último, no hay que olvidar que cuando se vaya a transportar peso, las ruedas deben estar infladas teniendo en cuenta este hecho. Si el peso va atrás, en alforjas por ejemplo, la rueda trasera tendrá que inflarse para soportar correctamente el peso de su dueño junto con el del equipaje que llene las alforjas. Con más razón se aplica esto mismo al peso llevado adelante en un canasto, porque si la rueda delantera está si no tenemos en cuenta esto puede dar lugar a desequilibrios indeseados y dificultad en la conducción de la bici.