Consejo de Guia de montaña: la boca cerrada

Es un hecho conocido el que tener la boca abierta causa deshidratación. Cuando se encara un esfuerzo físico prolongado en el tiempo, sobre todo en el que lo que se prioriza es la resistencia y no la velocidad (típica ascensión o travesía de montaña) la deshidratación se acusa mucho más que en otros casos. Si a esto le sumamos el tener la boca abierta, nuestro rendimiento caerá en picado.

Sin embargo, aunque muchos saben lo que implica mantener la boca abierta en estas situaciones de ejercicio, pocos relacionan este hecho con el de hablar o conversar con el compañero. Efectivamente, el mantener una charla nos deshidrata casi de la misma forma que ocurre si mantenemos la boca abierta sin más, por las mismas razones (el aliento transporta agua en estado gaseoso).

Por lo tanto, en los momentos en que tenga que reservar sus fuerzas, sobre todo en las subidas o bajadas prolongadas, no hable. Eso será más eficiente que tomar agua a cada rato. 

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