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Tipos de cuerda o sogas: cabuyería, el arte de hacer nudos

Los que nos dedicamos al montañismo o al excursionismo, los que acampamos o escalamos, los que exploramos o los que estamos interesados por la supervivencia sabemos la tremenda utilidad que puede tener un buen nudo.


Los marinos conocen la cabuyería desde mucho antes aún, porque con anterioridad a que surgieran los deportes de naturaleza, de recreación o al aire libre que implicaran el uso más o menos constante de nudos, en el ámbito náutico la cabuyería era un arte a dominar por todo marino que se preciara de tal y, por supuesto, lo sigue siendo.

Si se habla de nudos, como en cualquier otro tema que se trate en serio, en principio hay que saber como hablar con propiedad. Para un marino una cuerda o una soga es un "cabo" y el extremo de la misma es una "driza". El grosor de un cabo es la "mena". Otra palabra que vamos a encontrar es "seno", que hace referencia a un bucle con la cuerda. Con estos tres términos podemos considerarnos vagamente iniciados en este intrincado arte de hacer nudos.

Pero también tenemos que distinguir los distintos tipos de cuerdas o cabos que existen, ya no sólo en el contexto náutico sino para aplicaciones en escalada y montañismo. Los tipos de cuerda básica son:

  • Las cuerdas estáticas

Las cuerdas estáticas son aquellas que prácticamente no se estiran, son rígidas. Pueden usarse en espeleología (descensos o ascensos sin apoyos y sin riesgos de grandes caídas), para armar tirolinas (colgar una cuerda de un extremo a otro para cruzar horizontalmente sobre el vacío usando manos y pies) o pasarelas, para rapel o para ciertas maniobras de rescate en los que deberán soportar un peso constante, no caídas. NUNCA deben ser utilizadas para escalada, cordadas, etc. Suelen identificarse con el color blanco o colores claros.

Un ejemplo de como se puede utilizar una cuerda estática: en una pasarela.
  • Las cuerdas dinámicas

Las cuerdas dinámicas son, contrariamente a las anteriores, las que se estiran cuando se ejerce una fuerza de tracción sobre ellas, es decir, aumentan su longitud bajo tensión. En caso de caída esto contribuye a amortiguarla, ya que como consecuencia la frenada no es brusca (no la absorve el cuerpo del escalador en desgracia), sino progresiva. Se utilizan por tanto en escalada y montañismo. Una vez que frenan una caída, sin embargo, ráramente recuperan su longitud original, por lo que en caso de caídas fuertes deben ser desechadas, y por eso mismo nunca debe comprarse un soga usada o de segunda mano. Se identifican con cualquier color diferente al blanco o tonos obscuros.

Una cuerda dinámica de 11 milímetros
  • Las cuerdas semi-estáticas

Las cuerdas semi-estáticas son cuerdas que poseen cierta capacidad de estiramiento, y por tanto se consideran un híbrido entre las cuerdas estáticas y las dinámicas propiamente dichas, sin llegar a tener la potencial elongación de las segundas, ni la rigidez de las primeras. Pueden utilizarse en montañismo y/o escalada cuando el factor de caída sea muy bajo.