Limpieza o lavado diario de una bicicleta

Tras el uso diario de una bicicleta, hay que limpiarla si es que se quiere que dure más y nos garantice la máxima seguridad la próxima vez que la usemos. La limpieza o lavado diario de una bicicleta consiste en lo siguiente:

1 - Enjabonado

Lo primero que hay que hacer es enjabonar la bicicleta con agua con detergente (no mucho), incluyendo platos, piñones y cadena. Si la bicicleta tiene frenos de disco, hay que procurar no enjabonarlos (como alternativa se pueden mojar, pero con agua sin detergente o jabón). 

Para eso se usa un cepillo grande, de trocha ancha y pelo blando, similar al que se usa para lavar a mano un auto o cualquier otro vehículo de metal. Hay que embadurnar toda la bicicleta, el objetivo es que el agua ablande las partes más grandes y expuestas de suciedad (barro, etc.).

2 - Frotado, fregado o refregado

Con el frotado, fregado o refregado debemos ablandar toda la grasa / aceite y suciedad adherida posible, y para hacerlo lo ideal es contar con cepillos más chicos, de diversos tamaños.

Normalmente necesitaremos de tres tipos distintos para hacer una limpieza sin saltarnos ningún recoveco de la bici:

a) - Un cepillo algo más duro que el que usamos para enjabonar, como el que algunas personas usan para lavar los platos, es decir, que viene con una manija (esto evita congelarnos los dedos en invierno, de paso). Con este cepillo frotamos las partes de más fácil acceso de la bici.
b) - Un cepillo para platos y piñones (es el único que capaz convendría comprar específicamente en una bicicleteria o negocio especializado en accesorios para bicicletas)
c) - Un tercer cepillo con forma de cono, ideal para limpiar el interior de la horquilla, los tirantes y las vainas del cuadro, y para llegar a otros lugares de difícil acceso.

3 - Enjuague o aclarado

El enjuague es simplemente retirar la suciedad y el detergente usando agua. Pero CUIDADO, nunca debe usarse agua a presión, porque podría ingresar en las partes de la bicicleta que no están hechas para mojarse, y deteriorarlas a largo plazo.

Por eso nunca hay que apretar con el dedo para que salga fuerte el agua de una manguera, o usar lavaderos automáticos para coches, mangueras con sistema de presión, etc.

4 - Secado

Como su nombre lo indica, hay que secar la bicicleta. Lo ideal es secarla primero con un trapo, y dejar después que se termines de secar sola al sol.

5 - Engrasado

Una vez totalmente seca, y ANTES de volver a usarla, la bicicleta debe ser engrasada o aceitarse nuevamente en las partes que lo requieran: cadenas, platos, piñones, frenos y otras partes móviles.

 Sin embargo, el aceitado o engrasado no debe ser en exceso, ya que facilitaría que se pegue polvo que daña las piezas. En particular, hay que poner muy poco en la cadena y partes más expuestas.

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