Saber donde estás y por dónde vas siempre


Contratar a un Guía para que te conduzca por la naturaleza no implica estar desorientado o totalmente a merced de las capacidades de orientación de este profesional. Es más, resulta muy peligroso no saber donde uno está y por dónde va, independientemente de que alguien nos guíe.


Si bien, como recalcamos muchas veces, el llevar a las personas por un camino que no conocen no es la única función que cumple un Guía en el medio natural, lo cierto es que se cuenta entre las más evidentes y destacadas. Pero dejar todo en manos del Guía en cuanto a la orientación se refiere es un grave error.

Por eso, siempre deberíamos contar con al menos con un mapa de la zona en que transitamos, y además de saber nuestro destino (por ejemplo, un pico o una cumbre de una región de montaña) tenemos que conocer, aunque sea someramente, por dónde transita el camino y más o menos a dónde estamos a cada momento.

Piensen sino, ¿qué pasaría si al Guía le ocurre algo “en medio de la nada”, pasando a depende solamente de nosotros una vez más?

En resumen: con saber a dónde vamos no es suficiente, hay que saber dónde estamos a cada momento y qué itinerario seguimos. Para ello es muy útil saber orientarse por medios naturales, como ser la ubicación del sol, la de la luna, la posición de las estrellas o las direcciones preponderantes de los vientos, los cursos de agua, etc. de la zona en que realizamos nuestro recorrido.

Por supuesto, esto se aplica tanto para el caso en que nos Guíe un profesional como un aficionado: no hay que salir con amigos dejando simplemente que estos te “arreen” por un lugar para uno desconocido.

En parte, esta misma recomendación se aplica, por ejemplo, a cuando viajamos en avión.

Por motivos de supervivencia, es conveniente conocer la ruta por la que se desplaza el avión ya que, en caso de accidente o de un aterrizaje o amerizaje forzoso, con solo conocer la hora en que se dió sabremos más o menos nuestra ubicación en el mapa, dato imprescindible para pedir ayuda por radio, por ejemplo. En casi todos los aviones comerciales modernos existe un canal que muestra a cada momento la ubicación del avión en el mapa, junto con la velocidad y otros datos, como la temperatura exterior, lo que facilita tener a mano este conocimiento sin mayores dificultades.
 
Porque nunca hay que olvidar que la aventura es muy bella, sí solo sí todo sale bien…

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