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El horario de los accidentes

Cualquiera puede comprobar que, además de ciertos lugares y situaciones propicias, existen determinadas horas e incluso días en que los accidentes tienen más posibilidades de ocurrir. En el caso de los accidentes de tránsito o tráfico suelen potenciarse los días de lluvia o de mal tiempo, los fines de semana (porque la gente que conduce borracha), cuando se va a muy rápido, etc.

En el caso del esquí, también hay un horario en el que es más posible lesionarse: a última hora de la tarde, y en particular en la última bajada en esquí alpino. Pude comprobar personalmente esto al ver, día tras día, cómo se lesionaba la gente en esta última bajada.

La razones por las que ocurre esto son fáciles de comprender, pero sin embargo la gente no escarmienta:

  • Primera razón: al terminar el día de esquí estamos más cansado por la acumulación de tensiones durante todo el día. Coordinamos peor, y por lo tanto hay mayor posibilidades de que no manejemos el cuerpo como pretendemos.
  • Segunda razón: en la última bajada baja todo el mundo, principiantes y expertos. Esto resulta fatal para los principiantes. No conviene nunca bajar por primera vez la pendiente completa hasta la salida de la estación de esquí a última hora, porque implica hacerlo en la peor de las condiciones posibles. Lo mejor es practicar antes, para ganar en seguridad con menos gente pasando a toda velocidad a nuestro alrededor.
  • Tercera razón: las estaciones de esquí cierran cuando la luz empieza a escasear, por lo que a esta última hora los obstáculos y la nieve se ven diferentes: la luz pega de forma distinta, hay más sombras. Si tenemos poca experiencia, podemos calcular mal las distancias y el tamaño de los objetos y personas, ya que nos guiaremos por parámetros de luz que ya no se dan. También puede que a última hora tengamos la vista cansada de todo el día esquiando.

En montañismo ocurre algo parecido, y estas razones se aplican también. En montañismo hay un factor añadido: al volver se está más "relajado" por haber conseguido "el objetivo" y se piensa que "ya pasó lo peor". Nada más alejado de la realidad: la mayoría de los accidentes se dan a la vuelta, al bajar la montaña.